Deja de culpar a los demás. ¡Detente! Deja de ver por la ventana y mira en el espejo”.
Eric Thomas
El presidente López Obrador vive en un mundo extraño en el que la mejor forma de combatir la violencia es asistir a reuniones burocráticas muy temprano cada mañana y donde los gobernadores son culpables de la inseguridad si son de la oposición, pero no si pertenecen a su movimiento político.
Este 4 de abril declaró sobre Guanajuato, el estado donde dice que “gobierna, pero no manda” Diego Sinhue Rodríguez Vallejo: “Es muy lamentable lo que sucede en Guanajuato desde hace años. Tienen el primer lugar en homicidios, y pues es un asunto cotidiano, nada más que los medios de manipulación no tratan el tema”.
La afirmación, sin embargo, es falsa. Guanajuato es un estado con una tasa de violencia muy importante, pero no es el primer lugar en homicidios dolosos. En el último reporte del INEGI sobre homicidios en el país, de 2022, el estado más violento es Colima, gobernada por la morenista Indira Vizcaíno Silva, con 113 homicidios por cada 100 mil habitantes; el segundo lugar es Zacatecas, del morenista David Monreal, con 87; en tercero está Baja California, de la morenista Marina del Pilar Ávila, con 70; y solo en cuarto aparece Guanajuato, con 68.
Los datos del INEGI, si bien son del 2022, son los más confiables porque proceden de las estadísticas más completas, incluyendo los certificados de defunción. No obstante, tampoco las cifras más recientes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública colocan a Guanajuato en primer lugar de homicidios. En este 2024, hasta el 21 de marzo, Colima sigue siendo la entidad más violenta, con 14.69 homicidios por cada 100 mil habitantes, seguida de Morelos, gobernada hasta hace unos días por Cuauhtémoc Blanco, con 13.5. Baja California está en tercer lugar, con 10.19, y después siguen Chihuahua, de la panista Maru Campos, con 8.66; Guerrero, de la morenista Evelyn Salgado, con 8.35; y Sonora, del morenista Alfonso Durazo, quien fue secretario de seguridad ciudadana federal, con 8.1. Guanajuato se encuentra en séptimo puesto, con 7.42 homicidios por cada 100 mil habitantes, muy lejos del primer lugar (Reforma, 3.04.2024).
El presidente se precia de asistir a una junta de gabinete de seguridad todos los días a las 6 de la mañana y afirma que esto explica su supuesto éxito contra la inseguridad. Este 3 de abril dijo: “Hay muchos gobernadores que no van a estas mesas. Un caso es el de Guanajuato, y el fiscal de Guanajuato va, ha ido a la mitad de las mesas. El que va más es el secretario de seguridad, pero no van, cuando es un asunto prioritario fundamental”. No hay razón para pensar, sin embargo, que asistir a una junta burocrática diaria ayude a derrotar la inseguridad o la violencia. Por otra parte, el gobernador Cuauhtémoc Blanco faltó a 310 de 345 mesas de seguridad, del 16 de julio de 2019 al 30 de diciembre de 2022, según el centro Morelos Rinde Cuentas, pero AMLO no lo ha cuestionado porque es aliado y no opositor.
Yo le reconozco al presidente que ha habido un descenso en este sexenio en los índices de homicidios y otros delitos, pero dudo que esta baja, la cual no borra el hecho de que el actual es ya el sexenio más violento de la historia, haya sido producto de horas-nalga en juntas burocráticas. La inseguridad, además, no es un problema que solo sea culpa de los gobernadores de oposición, pero no de los aliados o del gobierno federal. El tema debe ser estudiado sin ánimo político, pero lo primero es conocer bien los datos, y estos no nos dicen que Guanajuato, o algún otro estado gobernado por la oposición, sea el más violento de México.
Colaterales
Supongo que pensaron que el video de Juan Pablo Sánchez Gálvez, hijo de Xóchitl Gálvez, noquearía a la candidata, pero no funcionó. Tanto el joven como la candidata ofrecieron disculpas, mientras que la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, pidió a los políticos: “jueguen limpio”, no sigan convirtiendo a los familiares en “daños colaterales” de la política.
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