Nosotros preferimos la neutralidad, no meternos. Y repito, no es un asunto de simpatía, es un asunto que tiene que ver con principios de nuestra política exterior, que los vamos a defender”.
Andrés Manuel López Obrador, 7.01.19
El presidente López Obrador se ha quejado, y con razón, del asalto de agentes armados ecuatorianos a la sede de la embajada de nuestro país en Quito el 5 de abril. El lunes 8 declaró: “Fue una violación flagrante a nuestra soberanía, al derecho de asilo y a las normas y leyes internacionales”. Efectivamente, el gobierno de Daniel Noboa violó la Convención de Viena, como si alguien le hubiera dicho que no le cuenten que la ley es la ley.
Pero ¿por qué México está enfrentando esta disputa con Ecuador y otra con Perú y otra más con Argentina? Porque el presidente ha abandonado el principio de no intervención y se ha convertido en un gobernante injerencista y pleitista.
Cuando comenzó su mandato, AMLO prometió respetar el principio de no intervención. En sus 100 compromisos del Zócalo declaró: “La política exterior se sustentará en la cautela diplomática y en los principios de autodeterminación de los pueblos, no intervención, solución pacífica de controversias, igualdad jurídica de los estados, la amistad, la paz, la defensa de los derechos humanos, la protección del medio ambiente y el respeto a los derechos de los migrantes”. No son simples expresiones de una filosofía personal, sino principios establecidos en el artículo 89, fracción X, de la Constitución.
Muy pronto, sin embargo, López Obrador tiró a la basura estos principios. En repetidas ocasiones exigió una disculpa al rey de España por la conquista, hecho ocurrido a principios del siglo XVI, cuando ni México ni España existían como estados. Se negó durante semanas a felicitar a Joe Biden por su triunfo electoral de noviembre de 2019 en EUA, dando alas a las mentiras de Donald Trump de que había sido víctima de un fraude. Apoyó en Bolivia a Evo Morales y a Luis Arce, en Colombia a Gustavo Petro y en Argentina a Sergio Massa. No solo no felicitó a Javier Milei por su triunfo en Argentina, sino que lo calificó de “facho conservador” y comentó: “¡Cómo los argentinos, siendo tan inteligentes, votaron por alguien. que desprecia al pueblo!”.
En el caso de Ecuador declaró el 3 de abril: “Iba la candidata de las fuerzas progresistas como 10 puntos arriba”, cuando “un candidato que habla mal de la candidata que va arriba de repente es asesinado, y la candidata que iba arriba se cae y el candidato que iba en segundo sube”. Hasta en eso exhibió su ignorancia. Fernando Villavicencio fue asesinado el 9 de agosto de 2023 cuando Noboa estaba en séptimo lugar en las encuestas. Luisa González, la candidata de Revolución Ciudadana, apoyada por el expresidente Rafael Correa, mantuvo su posición con 33.25 por ciento en la primera vuelta. Noboa dio la sorpresa y saltó a segundo, para después ganar la segunda vuelta por el rechazo popular a Correa.
Por esas declaraciones Noboa declaró persona non grata a la embajadora mexicana. La esposa de Villavicencio, Verónica Sarauz, protestó en X: “En nombre de mi familia exijo respeto por la memoria de Fernando y al presidente López Obrador, ¡silencio!”. Su hija, Amanda Villavicencio (KillaPedrá@agentedelcaos33), escribió: “Lávate la boca López Obrador, antes de hablar de mi padre. A Fernando Villavicencio lo asesinaron los mafiosos que él siempre investigó. Algunos de ellos asilados en tus embajadas y en tu país. ¡Qué poca madre tienes para dar estas declaraciones tan mediocres e inhumanas!”.
Ecuador violó el derecho internacional, pero AMLO ha desechado el principio de no intervención y ha querido aprovechar, como zopilote, el asesinato de un candidato para promover a la candidata que él quería que Ecuador eligiera.
Indefinida
Y busca más pleitos. Ayer dijo que “la agresión a nuestra soberanía en Ecuador” no la hace “un gobierno si no siente que tiene un respaldo, de potencias”. Acto seguido acusó a EUA y Canadá de tener una “posición muy indefinida” en el conflicto con Ecuador.
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