Yo creo que la mayoría de la gente esperábamos y vimos el primer debate para la Presidencia de México del 2024.
A mí me pareció un buen debate; con algunos errores atribuidos al INE, pero en general, un ejercicio democrático que siempre sirve. Yo creo que el objetivo es estar frente a frente, dar a conocer las propuestas, que se tenga la capacidad de discutirlas y compararlas; poder hacer cuestionamientos y confrontaciones.
No sé por qué algunos esperaban que Xóchitl, la candidata de la oposición, “noqueara” a la candidata oficialista, Sheinbaum… tal vez sus expectativas eran demasiado altas.
A mí me sorprendió encontrar una Claudia que podía ser diferente de sus aburridos mítines y podía salirse un poco del libreto… al igual que me impactó ver que mintió, que manejó datos falsos, e insultó con una serenidad y una seguridad impresionantes, ¡no se le movía ni un pelo! Me dio escalofrío que nunca volteó a ver a sus oponentes, nunca llamó por su nombre a Xóchitl ni a Máynez; que desechaba fácilmente las preguntas que se le hacían y que hasta sus gestos parecían perfectamente estudiados… ¡totalmente deshumanizada y deshumanizante! ¡No me gustaría ser su contrincante! La dama de hielo, la nombraron, con toda razón.
Otra sorpresa fue Máynez, fuera de su sonriente rictus me pareció original, en algunas cosas, inteligente; diciendo que MC es lo nuevo (aunque en la realidad, como todos, tienen de otros partidos). Me molestó que se victimizara y que atacara tanto a Xóchitl, aunque confirma la idea de que es esquirol. Al final, algo ganó porque no tenía nada que perder.
Xóchitl, a mi parecer, hizo lo que tenía que hacer: atacar fuerte, decir las verdades y dar los siniestros datos del gobierno actual; manejar bien su tiempo; interactuar con los demás, confrontar, discutir, exponer sus ideas. Sí, tal vez en algunos momentos, se vio nerviosa, y tuvo sus equivocaciones, ¡pero al menos, se ve humana, real, normal! Y creo que, tal vez, le ha de haber impactado fuertemente ver la frialdad y la naturalidad con la que mentía o la insultaba la candidata oficialista. Sí, posiblemente sus asesores le quitaron parte de su natural chispa y simpatía… pero es una persona que aprende y, seguramente, para los siguientes debates, mejorará.
Algunos buenos periodistas no dieron por ganadora a Gálvez, y hasta la criticaron, no estoy de acuerdo, la verdad. Concuerdo más con Macario Schettino, que su gran triunfo fue hacer ver a nivel nacional, la maldad y frialdad que hay en la candidata del Gobierno. Hasta la misma Sheinbaum saliendo dijo que le había faltado contestar y días después admitió que la mentirosa es ella, diciendo que “siempre sí” su familia tiene unas cuentas en Panamá… pero que es poquito dinero y que es de su abuelita; me recordó aquello, de “la prima de una amiga”…´cada quien hará su juicio al respecto.
En general, bueno e interesante el debate, aunque me pareció que cada uno de los candidatos manejó sus propios datos, pareciendo que cada quien vive en un México diferente; y creo que prometieron mucho… Como dice el dicho: “Prometer no empobrece”.
Con lo que nadie contaba fue que en el postdebate, Claudia iba seguro a perder, gracias a las descalificaciones que le hizo su director de campaña, López Obrador. ¡Este arroz se coce hasta el 2 de junio! ¡Así que todos a votar!
LALC