Soy Consejero Electoral Local del INE (Instituto Nacional Electoral). Uno de los 6 ciudadanos que llevamos la elección en el estado. Desde 1997 en que formé parte del Consejo Local del IFE (Instituto Federal Electoral), me he capacitado para ser Consejero y poder votar las decisiones basadas en la ley electoral y como los demás, llevo una vida profesional y personal que me permite distraerme estos meses de la elección, para dar lo que considero, es un servicio comunitario. 

Nosotros no recibimos sueldo por esta participación, solo, una modesta “dieta” para los gastos que efectuamos por dejar nuestra vida rutinaria. A diferencia de los Consejeros del IEEG (Instituto Estatal Electoral del estado de Guanajuato), quienes laboran de tiempo completo en esta función, nosotros solo acudimos estos meses a representar a la ciudadanía en la organización de la elección y una vez terminada, dejamos de ser Consejeros hasta que, en los años siguientes, volvemos a ser convocados.

Durante estos procesos electorales (también participé en 3 elecciones en el Consejo Distrital 5 de León), recibí enormes satisfacciones por contribuir en algo a la vida democrática, pero también, ofensas de parte de camaradas que desde la izquierda partidista (antes PRD y ahora MORENA), no nos bajan de “corruptos” o “conservadores” o “vendidos” o “fifís”, bien animados por el Presidente AMLO, quien desde hace años, promueve estos rencores y agresiones contra el INE y sus Consejeros, apuntando la mira para que otros disparen. Sí, hay ahora gente (poca afortunadamente), que, arengada por el Presidente, nos ofende a Consejeros Electorales del INE solo porque les metieron en la cabeza que somos conspiradores y hacemos fraudes en las elecciones.

El Presidente AMLO pasará a la historia entre otras cosas, por haber acusado de corrupción a cantidad de personas, proyectos e instituciones como “corruptas” y nunca haber podido comprobar algo por nimio que sea. En esa enorme capacidad de fabricar infundios, también nos salpicó a nosotros con su saliva de descalificaciones. Los Consejeros Electorales del INE, desde la formación del primer IFE con José Woldenberg, pasamos cantidad de pruebas académicas y de no militancia partidista, para poder ser árbitros electorales. Aceptamos todo, solo con la buena intención de contribuir a que la elección sea justa y equitativa, pues en realidad, somos los ciudadanos quienes hacemos el proceso electoral.

En todos los años que he asistido a esta convocatoria para organizar elecciones, nunca he encontrado en los distritos de Guanajuato, algún chanchullo, trampa, voto mal contado, robo de urna, actas falsificadas, ni algún voto perdido o alterado. Ni uno solo. Nada, solo buena voluntad de ciudadanos para “arbitrear” el juego electoral, pues alguien tiene que hacerlo. Actualmente lo que sí tenemos en el Bajío, es la participación, -al igual que en muchas partes del País-, de las bases sociales del crimen organizado, moviendo invisiblemente al electorado a favor del partido dominante. 

También, cantidad de dinero sucio que se usa para miles de bardas y espectaculares, que han sido imposible de rastrear por moverse con “cash”. Pero encontrar fraudes en la votación misma, en las mesas de casilla, en los capacitadores y supervisores electorales, en el algoritmo de cálculo, en el PREP, imposible. Doy testimonio con mi vida, que no hay nada oculto ni chueco, ni opaco, en el proceso electoral del INE. Ningún camarada ha podido probar algo por pequeño que sea.

Considero que se requiere más ciudadanía que acepte ser Consejero Electoral del INE, aún con las amenazas y ofensas que recibimos de militantes fanáticos radicales que acuden al llamado para descalificar al árbitro electoral, solo para sembrar dudas y atizar el odio. Las democracias requieren órganos electorales independientes, con Consejeros preparados en derecho electoral y que no sean, ni hayan sido, ni vayan a ser, militantes de un partido político. Tienen que venir nuevas generaciones de reemplazo para que el INE en sus nuevos desafíos como la votación electrónica, puedan ser árbitros electorales. Hoy estamos reunidos en Irapuato con Guadalupe Taddei la Consejera Presidenta del INE, todos los Consejeros del estado de Guanajuato; vamos hacia una elección importantísima el 2 de junio. 

Atrás están miles de ciudadanos que aceptaron formar casillas y funcionarios probos y honestos del INE que tienen estos meses un trabajo intenso sin desvelos, pues en estos días de nuestra sangrienta historia, muchos tienen miedo de aceptar ser funcionarios de casilla e incluso de votar, cuando el crimen “apapachado por tantos abrazos”, aterroriza todo el País.

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