POR DONDE se le vea resulta preocupante que Claudia Sheinbaum haya sido detenida -así fuera momentáneamente- en un retén montado por personas encapuchadas, a las afueras de Motozintla.
SI SE TRATÓ de un montaje, como lo calificó el Presidente, la pregunta obvia sería: ¿cuál sería el objetivo del embuste? Una opción podría ser aparentar que hay una situación muy peligrosa en la región… la otra podría ser darle a la candidata la posibilidad de lucirse serena y asertiva hasta en situaciones extremas.
EL ASUNTO es que las otras versiones no son tan imaginativas. Por un lado, efectivamente se podría tratar de pobladores de esa zona de Chiapas, a quienes les urgía denunciar que han sido abandonados por las autoridades. La otra versión, de la que nadie quiere hablar, es que en realidad eran integrantes de algún cártel del narcotráfico de los que está comprobado que operan a sus anchas en todo el estado.
EL PUNTO CLAVE es saber dónde estaba la escolta militar que cuida a Sheinbaum en todas sus giras. Difícilmente habrían dejado que la candidata se pusiera en riesgo de manera tan fortuita. Sea cual sea la explicación de lo que pasó, lo peor que pueden hacer las autoridades es tratar de hacer como que no pasó.
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FEAS se están poniendo las cosas en Tabasco, donde ayer nuevamente aparecieron grupos armados causando terror. Esta vez quemaron al menos dos camiones para bloquear carreteras y una persona murió en dichos ataques registrados en Cárdenas.
EL PROBLEMA es que lo que antes se conocía como el Edén, ahora se ha convertido en un infierno de inseguridad, como lo demuestra el hallazgo de más fosas clandestinas repletas de cadáveres, sin que el gobierno de Carlos Manuel Merino Campos logre articular alguna respuesta.
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NO ES por amargarle el café de la mañana, pero… a partir de hoy las cápsulas para máquinas de café pagarán un sobrecosto de 20 por ciento. El gobierno de la 4T decidió aplicar un nuevo arancel a estos productos, supuestamente para apoyar a los productores nacionales.
EL DETALLE está en que la experiencia mundial dice que estos aranceles de poco o nada benefician a las empresas locales, en tanto que no tienen cómo cubrir la demanda del producto. Además generan escasez, mercado negro y hasta evasión de impuestos. El colmo es que el dinero recaudado no está etiquetado para los cafeticultores mexicanos, sino que simplemente engordará las arcas gubernamentales. Y los únicos que saldrán perdiendo son quienes decidieron comprarse una maquinita para preparar su café en casa.