Hace unos días, en uno de esos grupos que tenemos en la red social WhatsApp, un amigo que siempre se ha destacado por su liderazgo y conciencia social en nuestra comunidad subió un artículo publicado por el poeta y ensayista mexicano Gabriel Zaid, el cual hablaba, entre otras cosas, de la pobreza y las maneras de combatirla.
Al leer dicho artículo, invariablemente se me vino a la mente lo que estamos haciendo desde el Ayuntamiento para enfrentar esta problemática en nuestra ciudad a través de los programas y presupuestos públicos.
Me llamó la atención uno de los preceptos que señala el autor en su ensayo donde menciona que para combatir la pobreza “no basta repartir; lo mejor es multiplicar la productividad de los pobres, facilitándoles la adquisición de recursos productivos: microcréditos, medios de producción baratos y trámites casi nulos”.
Concuerdo totalmente con esa aseveración, misma que a largo de esta Administración, en varias ocasiones, cuando hablamos del combate a la pobreza en el municipio, he sostenido en la mesa del Cabildo leonés sobre todo cuando la oposición de Morena ha buscado capitalizar políticamente el número de pobres en la ciudad. Dicho de otra forma, quien esto escribe ha sostenido que los pobres lo que quieren es “tener y no depender”.
Los programas sociales del Gobierno Federal, como el de los jóvenes aprendices, el de los campesinos, el de las becas, etc., así como algunos programas estatales como la tarjeta rosa, si bien son positivos, no erradican la pobreza, solo la administran, con la consabida rentabilidad electoral que producen.
En cambio, un programa del Gobierno Municipal que sí puede significar una verdadera herramienta para atacar la pobreza es el que llamamos Suma tu Negocio, o también llamado Proyectos Productivos, que consiste en otorgar apoyos económicos a los ciudadanos para que constituyan su propia empresa, o bien para impulsarlos si ya han emprendido su propio negocio y necesitan hacerlo crecer.
Los apoyos pueden ser desde los 3 mil 500 pesos hasta los 30 mil pesos, dependiendo si el proyecto o empresa es de nueva creación, o si ya tiene más de seis meses de operación, e incluso si ya cuenta con RFC o trabajadores registrados en el IMSS; evidentemente, entre más formal sea y más empleos genere, mayor es el apoyo.
Lo que se busca con estos recursos es que los microempresarios adquieran mobiliario, equipo, herramientas o inventarios para fortalecer sus negocios, y, con ello, se conviertan en multiplicadores de empleo y, por consiguiente, en generadores de riqueza o derrama económica para la ciudad. De esta forma se han creado o fortalecido múltiples micronegocios en León que van desde puestos de jugos, de tacos, estéticas, talleres mecánicos, tiendas de abarrotes, cibercafés, etc.
Como dice el mismo Gabriel Zaid en su artículo, “millones prefieren ser independientes, aunque sea en un puesto de tacos. Y un puesto de tacos le produce más a la sociedad que un puesto burocrático”.
Como sabemos, el presupuesto municipal es insuficiente para atender íntegramente todas las necesidades de la ciudad. El Ayuntamiento invierte 10 millones anualmente en este programa, que es totalmente insuficiente dada la necesidad que tenemos de multiplicar la riqueza para erradicar la pobreza.
Si los 200 millones de pesos que se ejercieron para contratar artistas los hubiéramos destinado para estos proyectos productivos, se podrían haber apoyado a más de 16 mil negocios potenciales en la ciudad, con el efecto multiplicador que conlleva en empleos, impuestos y derrama económica.
¿Qué vale más? ¿Dos horas de diversión y derrama temporal, o una empresa nueva permanente? Las respuestas a esas preguntas las tienen quienes saben el valor de la empresa en una sociedad y no quienes nunca han creado una.
LALC