EN LOS equipos de campaña y en las dirigencias de los partidos políticos andan ya muy apurados en organizar la movilización de electores (nadie diga que es acarreo, por favor) para el domingo 2 de junio.
Y PARA su sorpresa se están encontrando en algunos estados con que… ¡ya no hay camiones! O mejor dicho: les están diciendo que no se los pueden rentar. En Nuevo León y Jalisco, por ejemplo, la oposición se queja de que el gobierno naranja tiene acaparados y acalambrados a los transportistas, de tal forma que los opositores batallan para los traslados a los mítines en la campaña y más para el Día D.
LO MISMO pasa, evidentemente, en los estados donde gobierna Morena. Ahí los afectados, sobre todo, son los candidatos de la coalición PRI-PAN-PRD que no logran que ningún autobús les haga la parada en entidades como Michoacán, Guerrero, Campeche, Estado de México y Veracruz.
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SIEMPRE metida en polémicas, Sandra Cuevas anda agitando otra vez las aguas. Hizo pública una carta que supuestamente envió a Claudia Sheinbaum y al propio AMLO para anunciar que “en los próximos días” revelará la participación que tuvo Ricardo Monreal en las elecciones capitalinas de 2021 y en las actuales.
SE HA DICHO que fue él quien operó para que Cuevas ganara la alcaldía Cuauhtémoc como aliancista, sólo para evitar que llegara la morenista Dolores Padierna.
SEGÚN la ahora candidata al Senado por MC, aclarar las cosas es “una deuda pendiente”. Quién sabe qué es lo que va a revelar Sandra Cuevas, aunque hay versiones de que ella le había pedido a Monreal que el sustituto de la alcaldesa con licencia no la investigara y le diera manga ancha en contrataciones.
Y ALGO DELICADO. Dicen que hay pistas que ligan a Cuevas con el ataque a Alessandra Rojo. Hay mucha bruma en la Cuauhtémoc.
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“¡NO ME QUIERO MORIR!”, el grito del niño Emiliano, baleado y asesinado en Tabasco es dramático por varias razones. La primera, evidentemente, por la muerte tan irracional de un niño que tenía la vida por delante.
PERO TAMBIÉN porque su homicidio es uno más de los 100 que se registran todos los días en México y la mayoría de los cuales quedarán impunes. La tercera razón tiene que ver con la falta de atención médica, de servicios de emergencia que pudieran al menos intentar salvarle la vida. Emiliano se llamaba.