AUNQUE los ojos están puestos en el 2 de junio, más vale recordar que también hay un 3 de junio. Es decir, más allá de las elecciones, los temas importantes de México ahí siguen y no pueden esperar a que llegue el nuevo gobierno.
ESTO VIENE a cuento porque se siguen encendiendo las alarmas sobre el boquete presupuestal que enfrentará la próxima Presidenta. La herencia de la administración de Andrés Manuel López Obrador es un déficit histórico, de 1.8 billones de pesos, que se agrava tanto por la caída de ingresos como por el gasto excesivo de la 4T.
LA COSA se complica -además- porque la próxima administración necesitará muchos recursos no sólo para su propio gasto, sino para tratar de remediar todo lo que se descarriló en este sexenio. La Coparmex calcula que se requieren 129 mil 660 millones ¡de dólares! para rescatar el sistema eléctrico nacional y evitar así los apagones.
Y SITUACIONES similares de falta de infraestructura y de mantenimiento se van a encontrar en: sector salud, carreteras, seguridad informática, escuelas públicas… y un largo etcétera.
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POR INCREÍBLE que parezca, la tragedia en San Pedro Garza García ha sido utilizada para tratar de sacar raja política, como si no hubiera víctimas mortales ni heridos.
ESTÁN quienes tratan de descalificar a los emecistas, en especial a Jorge Álvarez Máynez, por reaccionar como ordena el instinto ante un peligro evidente. Quienes se atreven a criticarlo por ponerse a salvo no tienen más argumento que el de la guerra sucia.
DEL OTRO LADO, sin embargo, están quienes señalan que el candidato presidencial, pese a no estar lastimado, se fue del lugar y mucho después regresó a ver qué pasaba con las víctimas.
TAMBIÉN está el caso de algunos emecistas que aprovecharon sus visitas a los afectados para tomarse selfies y subirlas, ooobviamente, a sus redes fosfo-fosfo. ¡Tantita prudencia!
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¿SE IMAGINAN que un juzgado le prohibiera a Claudia Sheinbaum criticar la “guerra” de Felipe Calderón contra el narco? Bueno, pues eso es lo que está haciendo el Tribunal Superior de Justicia de la CDMX al prohibir que los candidatos de oposición mencionen el colapso de la Línea 12 del Metro.
SUPUESTAMENTE se busca evitar la revictimización de los damnificados, pero lo que está evitando el juzgado es el debate público y la reflexión ciudadana sobre asuntos de política pública que quedan bajo escrutinio de una elección. La prohibición, más allá de dañar a los partidos, afecta a la ciudadanía.
SI PARA ALGO es una elección, es para decidir qué candidato y qué partido pueden gobernar mejor. Y en este caso es debatir y discernir sobre las responsabilidades en la vigilancia del funcionamiento, el mantenimiento y la seguridad en el sistema de transporte colectivo.