SERÁ el jueves próximo cuando por fin se sienten a desayunar Xóchitl Gálvez y Marko Cortés, supuestamente para dirimir las diferencias surgidas en la campaña electoral. Vaya que hay una lista larga de asuntos por tratar, así como de posibilidades de que al dirigente nacional del PAN le apliquen reclamos de violencia política de género.
PORQUE no fue solo el incidente del piso 42, cuando él le reclamó airadamente a la candidata haber felicitado a Claudia Sheinbaum en una llamada telefónica. También se habla de un fuerte choque en las oficinas de campaña al día siguiente del primer debate presidencial, el lunes 8 de abril. Ahí el dirigente panista completamente fuera de tono le gritó a Gálvez que había tenido un muy mal desempeño.
CORTÉS le dijo que ningún candidato del PAN había perdido algún debate presidencial y que tendría grandes costos su desempeño. Según dicen, Xóchitl Gálvez, con lágrimas, ofreció disculpas en medio de una sesión tensa. Desde entonces las relaciones entre ambos se deterioraron. El perredista Jesús Zambrano y -¡quién lo dijera!- el priista “Alito” Moreno se portaron con mayor gentileza y neutralizaron al panista.
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EL TENIENTE CORONEL Cristóbal Castañeda ya asumió como secretario de Seguridad Pública del gobierno de Delfina Gómez. A ver si ahora que por fin se fue Andrés Andrade, comienzan a mejorar las cosas en el Estado de México, pues sigue habiendo situaciones delicadas de violencia y extorsión en la entidad.
POR CIERTO que el tapatío David Villanueva Lomelí llegó como titular de la Agencia Digital estatal luego de haber estado en la Auditoría Superior de la Federación. A ver qué giros le da a la eficiencia y la transparencia en la administración morenista… que mucha falta les hace.
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ESTÁ DESBORDADA la violencia política en Guerrero. El problema es que eso ya no es novedad, pues la gobernadora Evelyn Salgado nomás no puede con el paquete. Ahora los grupos criminales han decidido embestir en La Montaña y en la Costa Chica.
ASESINARON a Isbai Ortiz, un arquitecto que realiza obras para el municipio de Cochoapa, uno de los más pobres del país; y también fue ejecutado Salvador Villalba, alcalde electo de Copala. Los criminales están extorsionando a funcionarios para quedarse con tajadas del ínfimo presupuesto que llega a los municipios de mayor miseria del país. No hay quien otorgue garantías, ni tampoco se percibe una estrategia para proteger no sólo a políticos, sino sobre todo a los ciudadanos.