Sin lugar a dudas un logro de Giorgia Meloni, la mandamás de Italia, el haber realizado la reunión del G7 en su país, a pesar de su confrontación con Emmanuel Macron de Francia, al que le hizo “gestos” y Pedro Sánchez de España, al que no invitó. 

R- Guarraguauuu, mi Santias: ¿Qué le importa a nuestros dos lectores (Catón tiene tres) lo que sucede en Europa, cuando en México o nos ahogamos o nos morimos de sed o nos encerramos por el temor al crimen organizado?

S- Soy de la opinión, perro, de que lo que pasa en el mundo, hoy debería importarnos a todos, pues dada la conectividad y los sistemas económicos y comerciales globalizados, lo que sucede en el otro lado del planeta nos afecta en nuestra forma de vivir e impacta en nuestro futuro; pongo como ejemplo el tráfico de drogas, hoy una actividad globalizada que nos pone en conflicto con Ecuador, con Europa y con USA, o lo más dramático: ¡La guerra en Ucrania!; lo que está sucediendo en Ucrania nos puede afectar en la forma en que vivimos, desde una Tercera Guerra Mundial que puede acabar con la vida en el planeta, hasta la forma en la que afecta el cambio climático.

R- Grrr, sereno moreno, no te azotes que hay chayotes. ¿Cómo crees que va afectar el cambio climático el conflicto en Ucrania a miles de kilómetros, mi Santias?, ¡exageras!

S- ¡No, mi Rufo!, no exagero. Una de las estrategias para combatir el calentamiento global era, de forma paulatina, cambiar a energías renovables amables con el medio ambiente, lo primero suspender el uso de energía nuclear, enseguida y de forma paralela cambiar el carbón por petróleo y gas, después suplir el petróleo por gas para finalmente, cambiar el gas por energía solar o eólica o de gases no contaminantes como el hidrógeno.

R- Auuu, eso lo entiendo, pero insisto, ¿qué tiene que ver con el conflicto en Ucrania?

S- Como diría Jack el Destripador, mi Rufo. “Vamos por partes”. 

Como paso inicial a las etapas descritas, las naciones europeas, empezando por Suecia, decidieron suspender el uso de energía nuclear por el riesgo que implica cualquier falla o problema, le siguieron Alemania, Italia, Bélgica y Suiza cuando se vivieron dos “accidentes” de nivel 7; el primero en Chernóbil en 1986 en el norte de Ucrania, cuando, por mal manejo el calentamiento del reactor provocó una explosión y el segundo en Japón en la planta de Fukushima, la que el 11 de marzo del 2011 a raíz de un tsunami se inundó; el impacto ambiental y los daños fueron enormes generando una despertar de conciencias y un cambio cultural;… sin embargo, a partir del conflicto en Ucrania, los países de “occidente” decidieron sancionar a Rusia y le dejaron de comprar gas, lo que obligó a los europeos al retorno de combustibles contaminantes para mantener sus industrias operando y evitar en lo posible crisis económicas y de desempleo, ello generó el uso del carbón y los llevó a reactivar algunas de sus plantas nucleares para producir electricidad; lo que, obvio, afecta a todo el planeta con la contaminación y su impacto en el calentamiento global que hoy, en México y en todo el mundo estamos sufriendo.

R- Guarraguauuu, mi Santias, me convenciste, lo que sucede en el mundo nos afecta a todos.

S- Así es, mi Rufo. Y en ese tenor, debe de interesarnos el giro político que se está dando a nivel planetario en asuntos políticos y de gobierno, dónde los partidos políticos de derecha y extrema derecha (Conservadores) están tomando fuerza, al grado de alcanzar mayoría en las elecciones de hace unas semanas en la Unión Europea y la derrota del Presidente Emmanuel Macron en Francia con el triunfo del partido de Marine Le Pen y ni que decir, en USA se perfila el regreso del derechista Donald Trump, en tanto en Italia, bajo el liderazgo de Giorgia Meloni, Presidenta del Consejo de Ministros, se privilegian valores como la familia, la identidad de género y el nacionalismo que llevan a cuestionar las políticas de migración, las comerciales y las de producción agropecuaria, hoy vigentes. En adición, Meloni acaba de dar una muestra de liderazgo global que da fuerza al liderazgo de la derecha y de la extrema derecha al reunir en Italia a el G7 (USA, Alemania, Italia, Francia, Japón, Reino Unido y Canadá, con la participación de la Unión Europea) que liderado por USA representa hoy el poder económico y militar más poderoso del planeta, aunque amenazado por el BRICS, que es la unión de países no alineados (Brasil, China, Rusia, India, Sudáfrica, Irán, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos, más una lista de decenas de países que se quieren incorporar) cuyo objetivo es hacerle contrapeso al G7 y quitarles poder (dejar de ser dependientes) dejando de usar el dólar como moneda de reserva y de intercambio, al tiempo que evitan chantajes, presiones y sanciones de USA y sus aliados cuando, en su derecho soberano, actúan de manera no coincidente con los intereses y/o políticas de los países de “occidente”; lo que conforma de facto un nuevo orden mundial multipolar, para que USA deje de ser el matón del barrio… Lo que genera conflictos y posiblemente guerras que si nos descuidamos, como está pasando en Ucrania y en Gaza, nos ponen a todos en peligro de una conflagración mundial… ¡Así de sencillo!

Un saludo, una reflexión.

Santiago Heyser Beltrán

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