Pobrecito, tan inocente, tan indefenso, tan pacífico y tranquilo, según el Emperador Lopezuma al Gobernador Samuel García “lo acosan” y hasta han llegado a “golpear” a sus “funcionarios”. Esto acusó el martes en su desmañanera, repitiendo verbatim lo que viene en la impugnación de la elección de Monterrey presentada por “Marianis”.
Sale, por tanto, en su defensa el Tlatoani Tropical y ordena a la FGR que “investigue”, dando por hecho que todo es cierto -que no lo es-. Poco o nada le importan los hechos, de acuerdo con la autoridad, en este caso el INE, cuya vocal ejecutiva local afirmó que “no hubo incidentes” y nadie ha golpeado a los “funcionarios”, y tampoco nadie acosa al Gobernador.
Más aún: pudiera argumentarse que el acosador es el Gobernador, quien con tal de anular la elección que perdió su esposa -en el más descarado intento de nepotismo que se haya visto en Nuevo León- ha montado todo un teatro presionando a notarios para que den fe de supuestas tropelías que nunca sucedieron.
Lo verdaderamente preocupante del tema es que el Emperador saliente intervenga a favor del Gobernador, comprobando -por si acaso se requiriera comprobación- que Movimiento Ciudadano y Morena son la misma cosa, andan juntos, juegan juntos y se revuelcan juntos. Siendo un tema local, nada tiene que andar opinando el macuspeño en un asunto que no le corresponde, y en el que al manifestarse muestra claramente la oreja.
Acostumbrados estamos ya a esto, por lo que nos sigue sorprendiendo que, a pesar de sus múltiples muestras de desacato a las leyes electorales, el pueblo “bueno y sabio” les haya entregado el País con “carte blanche” para que hagan y deshagan a su antojo. Y lo decimos en plural ya que -tristemente- todo parece indicar que la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, le está siguiendo la corriente en todo al inquilino de Palacio Nacional.
En lugar de tomar ella el mando, de mostrarse presidencial e independiente, parece apegarse a un guion que le dictan desde Palacio Nacional; intenta matizar un poco, pero sólo torna más notorio su estricto apego a la doctrina amlista, ya que en su matiz se muestra timorata y confusa.
Nada demuestra tan claramente esta sumisión como la presentación de una “encuesta” relámpago, que se sacaron de la manga, afirmando que el 81 por ciento de los encuestados respalda la reforma judicial. Pero las encuestas también demuestran que la mitad de la gente encuestada ni enterada está del famoso Plan C que pretenden imponer. Y si no lo conocen, ¿cómo lo aprueban?
Claramente esta “encuesta” es un simple truco para fundamentar su intención de someter al Poder Judicial y quitarle su independencia y autonomía para tornarlo en una dependencia más del Ejecutivo. Confiriendo así -junto con la nueva Ley de Amnistía- un poder ilimitado al Presidente, quien con estas modificaciones se convierte en AMO de vidas y haciendas, en tirano y no en el mandatario de una república democrática.
Y precisamente, porque se trata de una república, el poder central no tiene injerencia alguna en el resultado de una elección local, como ya dijimos. De manera que la postura fijada por el Tlatoani Tabasqueño en su mañanera defensora del pobrino Gobernador, a quien -según él- lo acosan hombres malos y feos, que casualmente pertenecen a los organismos políticos que el mismo Tlatoani se ha propuesto aniquilar, es una muestra más de que este señor se cree dueño de México.
Sin duda su defensa del Gobernador de NL es sólo un preámbulo: el inquilino de Palacio Nacional tiene la intención de apoyar y ayudar a su amanuense nuevoleonés para anular la elección de Monterrey, forzar a que se reponga y luego volcar todos los recursos materiales y humanos del Gobierno central, Morena y sus aliados, en generar boletas a favor de Marianis, que a fin de cuentas es del mismo grupo, y baila al mismo son que el Presidente saliente… y la Presidenta entrante.
No afirmamos que así vaya a ser, meramente que lo intentarán, el resultado dependerá de los jueces… ¿y de quién son -o serán- los jueces?