¿Cómo nos irá en Guanajuato ante el nuevo Gobierno federal que encabeza virtualmente Claudia Sheinbaum? Pues nos tiene que ir mejor con ella que como nos fue con López Obrador.

El Peje perdió la elección en 2018 en Guanajuato y le caló todo el sexenio, por lo que nuestro estado fue de los más olvidados y castigados de la República. Según Diego Sinhue, el gobernador, la Federación dejó de darnos alrededor de 60 mil millones de pesos en participaciones.

Sin embargo, si se suman otros recursos, consistentes en fideicomisos, en programas, en presupuesto para las propias dependencias federales, pues mis amigos que saben de números nos dicen que lo que no nos dio López Obrador fueron al menos unos 100 mil millones de pesos en total.

En esos recursos, están incluidos los seis mil 800 millones de pesos que Guanajuato le puso al proyecto de la presa El Zapotillo y con lo que nos quedamos bailando, con inversiones del estado, del SAPAL y de particulares.

Recordemos que en campaña, López Obrador dijo que El Zapotillo sí iba para adelante en favor de los Altos de Jalisco y de Guanajuato (especialmente León), pero una vez como Presidente reculó (con acento) y dijo que nanay.

Y otras cosas más, como que Guanajuato fue uno de los estados que al último le mandaron vacunas contra COVID, durante la pandemia.

Claudia Sheinbaum increíblemente le ganó en Guanajuato a Xóchitl Gálvez, en un estado donde se le prometía (según el PAN) un triunfo arrollador. Esto nos da un viso de esperanza, de que Claudia no tiene por qué desquitarse con Guanajuato, sino al contrario.

El hecho de que en León haya sido reelecta Alejandra Gutiérrez como alcaldesa, y que en el estado sea, por primera vez, una mujer la gobernadora (Libia García), añade esperanza de sororidad, entendimiento y coordinación, para muchos temas, empezando por el de la lucha contra la inseguridad y la violencia.

El nombramiento de los seis primeros integrantes del gabinete claudiano, le dieron respiro a los mercados financieros y a la paridad del dólar frente al peso. Pero las instancias monetarias nacionales e internacionales siguen a la expectativa.

Lo único que no me pareció acertado fue el anuncio de Ernestina Godoy (exfiscal capitalina) como Asesora Jurídica de la Presidencia de la República. Espero que la cambie más delante.

Otra neuralgia financiera es la pretendida reforma al Poder Judicial en la que se incluye reducir presupuestos, especialmente para sueldos de magistrados y ministros, pero cuyo principal cambio sería el del nombramiento de jueces, magistrados y ministros luego de una elección popular.

Hablamos de una reforma que afectaría no solo a Guanajuato sino a todas las entidades federativas tanto en el aspecto de impartición de justicia, como en la inversión local y extranjera, incluyendo el famoso nearshoring.

De cómo le vaya a Guanajuato y al resto del país, también depende de que la Presidenta electa, tome rumbos distintos a los que sigue teniendo su, dentro de poco, antecesor, en muchos temas.

López Obrador lo primero que hizo fue conflictuarse con empresarios, con el Fondo Monetario Internacional, con el Banco Mundial, con las instancias calificadoras como Fitch, Moody’s y la Standard & Poor’s.

Al menos, Claudia ha tenido buenos encuentros con los banqueros, porque ha ido dejando atrás la ideología de “izquierda” (no tan progresista) que no dejaba López Obrador; de igual manera ella ha ido dando confianza al sector empresarial.

El hecho de que a Guanajuato, con el entrante régimen le vaya mejor, no depende solo de los factores señalados, sino de lo que los otros partidos de oposición hagan, pero en especial del activismo de la sociedad civil en general, de la que formamos parte.

 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *