La madrugada me daba avisos de frescura. Un delicioso olor me picaba en la nariz, y como si fuera algo ya soñado, me despertaba abriendo paso al ansia de quien exige que se abra la ventana para comprobar el espectáculo. No hacía frío. Un aire tibio cobijaba la desnudez en mis hombros y una sonrisa ancha se pintó en mi rostro al mirar esas delicadas gotas que, persistentes, bañaban las hojas de los árboles. Entonces regresé a la cama, para dar gracias, y esos minutos de intimidad con Dios me dieron la certeza de que la tierra no nos había olvidado. Apenas ayer, con temperaturas que me mantenían pegada al abanico, viviendo sin consuelo los círculos infernales de Dante, parece que a partir del jueves renace la esperanza. Ya saboreo la hermosa imagen de las secas presas regodeándose para recibir estas bendecidas aguas.

Pero no en todo el país hay alegría. Monterrey, Saltillo, Veracruz están viviendo una crisis. Los cauces desbordados y un cielo que parece injuriar con fuerza la tierra los hacen temblar ante los “excesos” de la naturaleza. ¿Qué está pasando? ¿Son sobre excesos de la naturaleza o son coladeras obstruidas y caños rotos y secos por falta de mantenimiento? ¿Sabías que en Celaya más del 90% de la población no barre sus frentes y a más del 98% les es habitual tirar basura en la calle?(*). Es inaudito que en cada calle por la que pasas, la basura esté arrinconada, encimada o simplemente desparramada, independientemente de la ineficacia de los Servicios Municipales que están sobrepasados, quizá por falta de presupuesto, herramientas, voluntad o vayaustéasaber. Y a quien también ahora debo reconocer, por fin se les observa labor y acción en algunas zonas. Mas ¿qué se debe hacer ante esta situación? ¿Debemos apapachar a los ciudadanos descuidados? ¿Seguir ignorando, a todos esos que van caminado y soltando regalitos como si fueran truenos exudados de su cuerpo y que son provocadores de los estragos de coladeras obstruidas? ¿Continuar en el apoyo a las lánguidas quejas de los afectados descuidados? ¿Qué opina usted?

Por otra parte, observé en varias redes sociales a muchos celayenses y guanajuatenses dispuestos a sembrar y cuidar árboles, pues les tengo buenas noticias, el momento ya llegó y el Ing. Gastón Peña Maldonado está en toda la disposición de cooperar. ¿Necesitas árboles? No dudes en escribir una carta a Medio Ambiente o llama al 461 6184660, recuerda que no solo es sembrar sino también cuidar, un árbol es un hijo más. Y, para todos aquellos celayenses que no tienen en dónde ponerlos mas si quieren entrarle a la sembrada, les pido se pongan en contacto conmigo o con Medio Ambiente pues hay un lugar que desafortunadamente por andar quemando pastos se quedó casi sin árboles y con estas aguas podemos ayudar a restablecer su ecosistema ¿le entramos? No nos vaya a pasar que creemos que ya pasó la contingencia con estas gotas de agua, la necesidad de tener una ciudad arbolada se mantiene y el deseo debe alimentarse de la acción.

*Los porcentajes, la autora los obtuvo en las encuestas a mano alzada

 

RAA

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