El Fideicomiso de Desarrollo Social y Seguridad del Estado de Guanajuato nace en 2019 como un acuerdo, un pacto, entre los grandes empresarios y el gobernador del estado (recién llegado a la gubernatura) Diego Sinhue, solo que esta semana la fracción parlamentaria del PAN en el Congreso Local generó un exhorto al gober para extinguir el fideicomiso y con eso, alborotó al gallinero de empresarios y OSC (organismos de la sociedad civil). Guanajuato tiene enormes desafíos sociales, es cierto, pero el principal junto con el agua, es la inseguridad y es en ese contexto, que nace el Fidesseg, para atender la causa de la inseguridad con la prevención y acciones remediales.
Hay dos estrategias excluyentes sobre el papel que tienen los gobiernos para el desarrollo social, pues por un lado se encuentra el enfoque del actual presidente López Obrador, quien considera que las organizaciones de la sociedad civil deben sobrevivir por ellas mismas y los apoyos gubernamentales deben llegar en forma directa a los beneficiarios. Por otro lado, está el enfoque que tienen gobiernos que consideran que la sociedad y empresas, coadyuvan al gobierno y este debe ayudar a los organismos intermedios como las asociaciones civiles y donatarias en el trabajo con las clases sociales más desfavorecidas.
Considero que el gobierno sí debe ayudar a las OSC, es cierto, pero la prioridad de los impuestos es que lleguen directamente al pueblo, con la menor cantidad de intermediarios. El fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil con cualquier objeto social, es decir, desde los que atienden a niños con cáncer hasta aquellos que atienden enfermedades terminales, es necesario, es cierto, pero mientras menos entidades intermedias tengamos, o menos fideicomisos, mejor. La experiencia que tengo y se puede comprobar numéricamente, es que las organizaciones de la sociedad civil en un porcentaje alto, dependen de los apoyos gubernamentales y poco de la gestión de recursos propios. Si bien es cierto que el objeto social es tan diferente que para algunos es completamente imposible vender servicios o generar donativos, es cierto que necesitan desarrollar mayor capacidad de procuración de fondos para poder sostener a la institución y no depender de ayudas del gobierno.
El Fidesseg nace con el impuesto cedular que pagamos los empresarios e incluso entidades públicas, pues es cedular a la nómina. Al nacer, crea dos asociaciones intermedias como Fe Guanajuato y Actuando por Guanajuato, quienes tienen comités técnicos y consejos directivos, así como una estructura administrativa y son estos organismos quienes otorgan los recursos públicos. Estos dineros se pasan a su vez a los consejos directivos y estructuras administrativas de los organismos de la sociedad civil, quienes a su vez deben asegurar que estos lleguen a los beneficiarios. Pasé una vida en OSC y sé que se requerirían tesis de posgrado de contabilidad gubernamental o de finanzas o de trabajo social, para cuadrar que del total de apoyos otorgados por el Fidesseg (alrededor de 5 mil millones), a organismos de la sociedad civil en sus 5 años de existencia y de allí desglosar cuántos han sido los beneficiarios y así, obtener un número aproximado de cuál es la inversión social que recibe realmente el beneficiario, pero de allí, descontar las costos administrativos del mismo fideicomiso y de cada OSC.
Me extraña la decisión de la bancada del PAN tan abrupta, de desaparecer el fideicomiso. Ya había muchos cuestionamientos públicos al fideicomiso y se había abierto la discusión recientemente, cuando Alma Alcaraz, la candidata de Morena a la gubernatura, denunció en el debate público, que la entrega de recursos era opaca y privilegiaba a algunas OSC como la Fundación de Vicente Fox. Lo que es cierto que, en los 5 años de existencia, sería conveniente abrir vía transparencia las asignaciones y comprobar cómo se concentran los apoyos en pocos OSC. Además, es bien sabido que los procesos son tan complejos para aprobar, que todavía hay como 1,500 millones de remanentes, lo que requeriría facilitar los trámites y acelerar para dirigirlos a donde originalmente se debieron haber hecho llegar, que son proyectos relacionados con la atención a la problemática y prevención de la inseguridad en Guanajuato. Ojalá se haga “parlamento abierto” para escuchar a las OSC que reciben estos recursos y también puedan los medios de comunicación hacer llegar a la sociedad información sobre el impacto real que tienen los fideicomisos. Pero opino como aportante al Fidesseg, que nosotros no somos representantes populares y que las autorizaciones como Sedeshu, que son autoridades electas son quienes deben aplicar los impuestos y no solo los empresarios.