La Presidenta electa anunció el martes que su amiga empresaria jalisciense de 32 años, Altagracia Gómez Sierra, coordinará un Consejo Asesor Empresarial que tendrá acceso a Ebrard, De la O y otros miembros de su Gabinete. Queremos pensar que las intenciones de la futura Presidenta son buenas y que en verdad quiere aprovechar el “input” del sector empresarial para diseñar mejor sus políticas de Gobierno.
Ahora bien, una cosa es contar con un Consejo Asesor Empresarial y otra hacerle caso. Bien sabemos que el actual Presidente contó con un grupo semejante al que jamás le hizo caso, incluso acabó peleado con uno de sus miembros. La verdad no la sabemos a ciencia cierta hoy, pero pronto descubriremos qué tan efectivo será este grupo cuya conformación total no es conocida aún. Y de lo cual mucho depende de tan joven empresaria, que goza en el medio empresarial nacional de excelente reputación.
Por lo pronto, sólo diremos que la Lic. Gómez Sierra (Lic. en Derecho) es presidenta ejecutiva del Grupo Minsa (harina de maíz, tortillas) y que su padre y abuelo, el primero Raymundo Gómez Flores, Alfonso Gómez Somellera el segundo, crearon empresas -además de Minsa- en áreas del transporte y desarrollos inmobiliarios, y compraron la antigua paraestatal Diésel Nacional (DINA).
Aunque fue cuando la morenista gobernaba Tlalpan que se conocieron, la cercanía de Gómez Sierra con la Presidenta electa viene del 2022 a la fecha y supuestamente se generó a partir de un proyecto desarrollado por la empresaria que promueve la construcción de vivienda popular.
La Dra. Sheinbaum seguramente vio con buenos ojos tratar con una mujer joven, entusiasta, exitosa, inteligente (dicho por quienes la conocen) que le ha arrimado importantes grupos internacionales de inversión, como BlackRock, y cuya sola presencia en el círculo íntimo de la Presidenta electa tiene el efecto -intencional o no- de “tranquilizar” a los inversionistas y al empresariado nacional e internacional.
Ahora que mal haríamos en no señalar que, por lo planteado en el anuncio, este Consejo que presidirá Gómez Sierra no se aconsejará directamente a la futura Presidenta, sino que su trato será con los Secretarios pertinentes al emprendimiento y quizá con algo de oferta en temas económicos. O sea que los consejos, estudios o conclusiones que tenga tal grupo le serán “filtrados” a la Dra. Sheinbaum por su equipo. Esto no gusta, pues disminuye la contribución y mina el propósito para el que fue armado ese grupo, que se supone pretende agregar eficiencia a las políticas públicas del futuro Gobierno.
Que no se malentienda: en nada criticamos la formación de este Consejo, ni la designación de Altagracia Gómez Sierra para coordinarlo. Lo que decimos es que en sí la formación del Consejo Asesor no puede aplaudirse -o criticarse- hasta que demuestre su funcionamiento y que con él contribuya al bienestar de los mexicanos y a la buena marcha del País. Y lo más importante: que sus ideas, objeciones, estudios y sugerencias, sean incorporados a las políticas del futuro Gobierno.
Si este grupo sólo va a estar de adorno, aviente inútilmente ideas y propuestas que ni serán escuchadas, de nada servirá, como de nada sirvió (a la nación, no a los intereses individuales de cada integrante) el que se conformó en este sexenio.
Conocemos a muchos empresarios de gran capacidad y que mucho podrían aportar, que jamás se prestarían a servir de pantalla a nadie, pero también los hay que con gusto lo harán, si ello les ayuda a obtener favores del futuro Gobierno. Por ello, el éxito de este Consejo depende de su conformación y de otros factores mencionados, por lo que no pueden echarse hoy las campanas al vuelo ante el solo anuncio. Claro, tampoco desdeñarlo así nomás, sin más información.
Si la intención de Sheinbaum era hacer un anuncio que tranquilizara a los mercados, al parecer lo logró, ya que el martes el Peso recuperó terreno ante el dólar, para nosotros sin otra explicación que este anuncio, pues a los mercados les interesa lo que viene, no lo que se prometió en el pasado y no se logró.