La elección presidencial del próximo 5 de noviembre en Estados Unidos es de vital e innegable importancia para México y, de inicio, para el futuro de la relación con el también nuevo Gobierno Federal, encabezado por Claudia Sheinbaum.

Sin embargo, la forma en que será esa relación con nuestro vecino gigante está en ascuas, como para muchos otros países. La incógnita, centrada en quién será el próximo presidente o presidenta de esa nación.

¿A México quién le conviene más, Donald Trump, Joe Biden u otro candidato que pudiera sustituir a Biden ante sus lagunas mentales?

Tendríamos que analizar en cada caso cuáles son las ventajas y desventajas porque recordemos que, aunque Donald Trump promovió la construcción de un muro fronterizo y endureció su política migratoria, finalmente hubo más deportaciones de mexicanos con el ex Presidente Obama que con el propio Trump.

Los norteamericanos estarían en una disyuntiva si van a elegir entre un hombre que es ya un delincuente sentenciado y con juicios pendientes, o una persona de la tercera edad (que sería lo de menos), pero quien ha demostrado que ya no tiene la capacidad física y mental para continuar en el cargo.

México está a la expectativa por factores que tienen que ver con políticas económicas, migratorias, de seguridad (especialmente en cuanto a los grupos del crimen organizado), lazos y relaciones culturales, además de las relaciones diplomáticas.

Estados Unidos es nuestro principal socio económico del mundo, al grado de que en 2022 las exportaciones de México hacia EU fueron por la friolera de 450 mil millones de dólares, de los cuales Guanajuato exportó más de 24 mil millones de dólares.

En cuanto al aspecto migratorio, en los Estados Unidos viven 38 millones de personas de origen mexicano y descendientes de mexicanos, y son en gran parte quienes envían remesas, cuyo monto en 2022 fue de 58.5 mil millones de dólares.

La simbiosis cultural es tal que México es parte de Estados Unidos y Estados Unidos es parte de México (y no me refiero al inmenso territorio que nos quitaron, materialmente la mitad del país).

Ante el clamor en la vecina nación de que es urgente que Joe Biden renuncie a la candidatura y se le sustituya con alguien que pueda competirle al veleidoso y posicionado Trump, muchos en México deseamos lo mismo.

Luego del primer debate presidencial bajaron los bonos de Biden y subieron los de Trump, al grado que ya le gana por dos dígitos.

Tras el debate, Biden ha tenido otros lapsus de percepción y memoria como el hecho de confundir al presidente ucraniano Zelensky con su más acérrimo enemigo, el presidente ruso Putin, y no porque uno se llame Volodimir y el otro Vladimir.

En el mismo acto, ante los medios, le llamó Trump a la vicepresidenta Kamala Harris. Y es precisamente esta última una de las personas que pudieran sustituir a Biden en la candidatura a la Presidencia. Solo falta que Biden diga que se llama Donald Trump.

Ante cualquier eventualidad de la falta del presidente Joe Biden, es Kamala Harris quien lo sustituye en el cargo, aunque no así en la candidatura, y habría que ver con cuánta aceptación o popularidad pudiera contar para hacer una campaña exitosa y que no le pase lo que a Xóchitl frente a Claudia, quien le ganó por dos a uno.

Entre otros muchos quienes pudieran asumir la candidatura demócrata, está Gavin Newsom, gobernador de California, quien ha ganado notoriedad ya que ha hecho buen papel en el estado más poblado de la Unión Americana.

Será importante la participación de los mexicanos residentes en EU, especialmente quienes tienen derecho a votar, pero claro, primero hay que ver si se mantiene en la candidatura Joe Biden o renuncia y lo sustituyen frente a alguien que, sí creo, es un peligro para México: Donald Trump.

LALC

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