El fanatismo viene de cualquier forma de ceguera elegida que acompaña la defensa de un solo dogma”.
John Berger
Este 15 de julio el presidente López Obrador, supuestamente ajeno al comercialismo, utilizó la mañanera para anunciar el Tren Maya. “Queremos hacer la promoción, invitar en primer lugar a los mexicanos, a nuestros paisanos mexicanos del país, los que están en el extranjero, en Estados Unidos, invitarlos porque es algo único, maravilloso, que no lo van a disfrutar, no lo van a ver, en ninguna parte del mundo.”. El presidente lo ha llamado “el proyecto ecológico-turístico-arqueológico más importante del mundo”. Este lunes repitió la frase el director general del proyecto, el general Óscar David Lozano Águila.
¿Es realmente el Tren Maya el proyecto turístico más importante del mundo? Sin duda es uno de los más costosos. Se presupuestó en 120 mil millones de pesos, pero cerrará en más de 500 mil millones, aunque no sabemos porque, a pesar de ser una obra pública, el gobierno ha ocultado la información por razones de “seguridad nacional”.
El proyecto empezó a construirse sin estudio de factibilidad económica y sin un trazo definitivo. No se necesitaba un estudio para saber que perdería dinero, ya que casi ningún tren de pasajeros es rentable, pero aun así el estudio es un requisito para cualquier empresa o gobierno responsable. Los costos se inflaron por los cambios de trazo y ubicación de estaciones. Quizá tiene razón el presidente: “en ninguna parte del mundo” podrá verse un proyecto tan costoso y mal ejecutado.
¿Es importante en pasajeros transportados? En 205 días de operaciones hasta el 11 de julio se han transportado 246 mil pasajeros, 1,200 diariamente. Muchos más se mueven todos los días en autobús. Un pasaje de Campeche a Cancún en el Tren Maya cuesta 1,166 pesos en clase turista y 1,862 en premier; un boleto de autobús, 1,072 pesos, con más salidas y con llegadas y terminales en el centro de las ciudades. Las estaciones del tren están alejadas y requieren un taxi, que en Cancún puede costar más que el traslado desde Campeche.
Si los 1,200 pasajeros pagan en promedio 1,500 pesos están generando un ingreso de apenas 1.8 millones diarios. Esto no cubre ni una fracción de los gastos de operación. ¿Cuánto tiempo pasará a este ritmo para amortizar la inversión? Suponiendo que no hubiera inflación ni costos financieros, 761 años. Además, el subsidio al precio del pasaje constituye una competencia desleal contra los autobuses que recorren esta ruta.
¿Es un buen proyecto ecológico? Representa en realidad la mayor destrucción ecológica registrada en la historia del sureste de México. De la promesa del presidente de que no se cortaría ni un árbol, hemos pasado al reconocimiento de que cuando menos 7 millones han sido talados hasta 2023. Habría que sumar los que se han cortado después, pero el gobierno no ha divulgado la información. Tampoco sabemos qué ha pasado con la madera. Los pilotes de cimentación en la zona costera, por otra parte, han perforado cenotes y afectado un ambiente muy delicado.
¿Ha sido un buen proyecto arqueológico? Hasta donde podemos ver, pese a la opacidad ordenada por el gobierno, sí se han realizado trabajos de rescate; pero la prisa impuesta por AMLO es tanta que seguramente ha habido destrucción que las autoridades han ocultado.
El presidente ha querido hacer del Tren Maya un emblema de su gobierno y lo ha logrado. El proyecto es hoy un ejemplo para el mundo de cómo una obra faraónica y opaca, mal planeada y ejecutada, puede dejar a las generaciones futuras con una sangría económica y una dolorosa devastación ecológica.
Artículo primero
El diputado de Morena Leonel Godoy afirmó que, si es necesario, se modificará el artículo primero constitucional para que los tribunales internacionales dejen de ser la última instancia en violaciones a derechos humanos. “Yo siempre creeré en la supremacía de la Constitución sobre cualquier tratado internacional”, dijo. Quieren carta blanca para violar los derechos individuales reconocidos en tratados internacionales.
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