Finalmente, el día de ayer se aprobó en la sesión del Ayuntamiento una modificación al reglamento de Policía y Vialidad, que pretende dar un paso adelante en el ordenamiento de la circulación de las motocicletas en nuestra ciudad.

Para contextualizar bien esta iniciativa hay que analizar los antecedentes del crecimiento de las motocicletas en León. Hace 10 años en nuestra ciudad había registradas poco más de 45 mil motocicletas, y desde esa fecha al día de hoy, el crecimiento de estas ha sido exponencial, a tal grado que hoy existen en el municipio más de 137 mil, lo que representa un incremento del 300%.

Este aumento de motocicletas circulando en nuestra ciudad, lamentablemente también ha incrementado el número de accidentes, y tan solo comparando el mismo periodo de siete meses de este año contra el anterior, los accidentes han subido un 43%, con mayores personas lesionadas y fallecidas.

Con estas cifras y ante el evidente desorden que existe en la circulación de motocicletas en León, se tomó la decisión de presentar una iniciativa que pretende, ante todo, la disminución de accidentes de este tipo de vehículos, con la última finalidad de salvar vidas.

La iniciativa original fue, en apariencia, muy sencilla, pues solo modificaba una palabra del actual reglamento en vigor, mismo que establece que las motocicletas deben circular “preferentemente” por el carril de la extrema derecha, esto con la finalidad de confinarlas a un carril que, en principio, debe de ir a una velocidad menor que los demás carriles, buscando con esto prevenir más accidentes.

El término “preferentemente” no implica ninguna obligatoriedad, por lo que se proponía eliminarlo del reglamento, dejando entonces la obligatoriedad de circular siempre por el carril de la derecha.

Como parte del proceso de aprobación, la iniciativa se puso a auscultación con la sociedad, para que vertiera su opinión sobre su viabilidad, encontrando una respuesta sin precedentes por parte de los ciudadanos, con una participación de más de mil opiniones, lo que nos motivó además a hacer una mesa de diálogo para escuchar a los clubs y asociaciones de motociclistas, así como a cualquier ciudadano que estuviera interesado en el tema.

El mensaje ciudadano fue muy claro: el confinar a las motocicletas al carril de la extrema derecha no es una solución, y, por el contrario, puede representar un peligro mayor, ya que en ese carril hay mayor posibilidad de que sucedan accidentes, pues el cruce distraído de peatones, elementos como el agua y basura, o descuidos de automovilistas al abrir la puerta, son constantes; las motocicletas podrán seguir circulando por cualquier carril.

Sin embargo, y también derivado de escuchar a los ciudadanos, lo cierto es que la circulación de motocicletas en la ciudad es un desorden y tenemos que empezar a regularlo, y por ello hemos aprovechado esta iniciativa para aprobar algunas modificaciones al reglamento de Policía y Vialidad, a fin de establecer ciertas restricciones básicas a las motocicletas, tal como la prohibición de circular en zigzag entre carriles, no adelantar a los vehículos en los semáforos en rojo, y no circular de forma paralela a un automóvil en un mismo carril.

Ciertamente, con estas modificaciones no se obtiene una solución integral, pero sí se da un paso al frente para lograr una regulación que forme conciencia en los motociclistas sobre los peligros que encaran y los que hacen pasar a los peatones, ciclistas y automovilistas con su conducción desordenada y, en ocasiones, anárquica.

El haber escuchado a los ciudadanos y, con base en eso, haber modificado la iniciativa, lejos de ser un tropiezo, fue un gran acierto y ejemplo de la apertura con la que conjuntamente sociedad y gobierno deben aprobar nuevas leyes o reglamentos.

LALC

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