En días pasados leí con interés la columna de mi amigo José Arturo Sánchez Castellanos titulada “Lloramos hoy, lo que no resolvimos ayer”, en la que expone que la falta de agua es uno de los principales desafíos de la ciudad y advierte que, si no se aplican soluciones en materia de infraestructura de gran calado, el día cero llegará en poco tiempo. Recupera antecedentes históricos en la búsqueda de respuestas a la pregunta: ¿por qué dejamos que el problema del agua llegara hasta este nivel?

En su artículo, mi amigo José Arturo, buscando respuestas a esta importante pregunta que comparten muchos leoneses, señala a Vicente Fox como principal responsable de no haber concretado la oportunidad de El Zapotillo.

Formé parte de una comisión ciudadana preocupada por el tema junto con Roberto Plascencia Saldaña, Antonio Lomelín Guerra, Luis Rodrigo González Fuentes y Eduardo Espinoza Alba. Habiendo vivido de cerca la parte inicial de la historia, quiero aportar mi testimonio con el ánimo de complementar el contexto sobre los avances y retrocesos que se han presentado en el transcurso de este largo camino para enfrentar el desafío del abastecimiento de agua para León.

Primeramente, debo mencionar que, ante las sequías prolongadas presentadas en la cuenca Lerma-Chapala en la primera mitad de la década de los 80, fue necesario restringir los almacenamientos de las presas de la cuenca, incluyendo las de Guanajuato, en favor de Chapala, principal fuente de abastecimiento de agua potable para la ciudad de Guadalajara y su área conurbada, lo que obligó a las autoridades a actualizar los estudios de fuentes de abastecimiento alternas. La Comisión Nacional del Agua identificó desde 1987 la cuenca del Río Verde como fuente de abastecimiento. En 1992 se definió que el sitio denominado San Nicolás Alta, en Jalisco, era el más viable, con capacidad para abastecer 3.8 m³ por segundo a León y 12.2 m³ a Guadalajara. Carlos Medina Plasencia, en ese tiempo gobernador de Guanajuato, promovió ante Ernesto Zedillo la firma del decreto presidencial de aprovechamiento de esos volúmenes el 7 de abril de 1995. SAPAL, por su parte, bajo la presidencia de Mario Plasencia Saldaña, comenzó la búsqueda de alternativas de abastecimiento a la ciudad desde finales de los 80 y había confirmado la viabilidad del proyecto mediante los estudios que realizó entre 1992 y 1993.

Entre los años 2001 y 2003, al inicio de la administración del presidente Vicente Fox, y por indicaciones suyas, la Comisión Nacional del Agua encabezó los trabajos de una comisión integrada por el Gobierno Federal y los gobiernos de Jalisco y Guanajuato para establecer las bases de un acuerdo entre las partes para la construcción de la presa.

En el año 2004, el Gobierno de Jalisco anunció su negativa definitiva para la construcción de la presa en San Nicolás. Como respuesta, una centena de organizaciones de la sociedad civil, dentro de ellas universidades, colegios de profesionistas, organismos empresariales y todos los partidos políticos, demandaron públicamente una solución con el lema “Agua por agua”, y un grupo de leoneses acudimos a Los Pinos para pedirle al presidente Vicente Fox su intervención para buscar alternativas. Fue entonces que se nos presentó la opción del sitio cercano a la localidad de El Zapotillo, municipio de Cañadas de Obregón, Jalisco, 60 km aguas abajo del sitio San Nicolás, siguiendo el cauce del río. El proyecto proponía una cortina de 80 metros de altura para un almacenamiento de 411 millones de m³ y un gasto firme de 5.6 m³ por segundo, 3.8 para León y 1.8 para los pueblos de los Altos de Jalisco. Preveía también la construcción de bordos de protección para evitar la inundación de Temacapulín. El Presidente dio instrucciones precisas a su equipo y comenzaron las mesas de trabajo con la participación de los dos estados. Después de varios meses de intensas negociaciones, se alcanzó un gran acuerdo el 1 de septiembre de 2005 para la construcción de la presa de El Zapotillo. Este incluía el compromiso de León de regresar los 120 millones de m³ tomados de la cuenca del Río Verde, en agua tratada, al río Lerma vía el río Turbio para ayudar a Chapala, y se terminaba con los trasvases desde la presa de Solís que se realizaban año con año durante el estiaje a cambio de permitir correr más agua durante las lluvias. El profesionalismo del equipo del entonces gobernador Juan Carlos Romero Hicks y su compromiso personal fueron claves. Cabe mencionar que, a partir de esa fecha, Chapala no ha vuelto a enfrentar niveles críticos, cuando eran recurrentes los años en los que se podía llegar a la Isla de Los Alacranes caminando. Importante resulta mencionar que, en paralelo, se proyectaba la construcción de la presa Arcediano en la barranca de Huentitán con una cortina de 125 metros de altura, con capacidad de 440 millones de m³ y un gasto firme de 10.4 m³ por segundo para Guadalajara a través de un acueducto de 11 km.

Tan pronto se firmó el acuerdo, iniciaron los trabajos de los proyectos ejecutivos, y antes de terminar su mandato, Vicente Fox dejó 3 mil millones de pesos en el FINFRA, Fondo de Inversión en Infraestructura, para la construcción de la cortina. Con el acuerdo firmado y la asignación presupuestal, el entonces gobierno foxista realizó lo que en su momento estaba a su alcance para resolver el abasto de agua para la ciudad de León.

Para nuestra desgracia, el proyecto de la presa de Arcediano se volvió inviable técnicamente, y el gobernador de Jalisco, Emilio González, le propuso a Juan Manuel Oliva, gobernador de Guanajuato, modificar el proyecto original de la presa El Zapotillo, elevando la cortina a 105 metros para incrementar la capacidad de la presa a 911 millones de m³ para abastecer también a Guadalajara. Es así como se firma el nuevo convenio el 16 de octubre de 2007, comprometiéndose el Gobernador de Jalisco a resolver el grave problema social que implicaba inundar la comunidad de Temacapulín. La construcción de la presa fue licitada en 2009. Recién se anunció la construcción de la presa, el padre Gabriel Espinoza Iñíguez, párroco de la Iglesia de la Santa Magdalena en Zapopan, oriundo de Temacapulín, donde también nació su madre, Librada Iñíguez, comenzó a organizar a la población para oponerse a la obra. Poco tiempo después dejó su ministerio sacerdotal para dedicarse de lleno a la resistencia.

En tanto la obra avanzaba, el Congreso del Estado de Jalisco interpuso una controversia constitucional el 7 de septiembre de 2012 en contra de la Comisión Nacional del Agua y de los poderes ejecutivos de Guanajuato y Jalisco por la omisión del Gobierno de Jalisco de no haber solicitado su autorización para suscribir el acuerdo que modificaba la altura de la cortina de la presa a 105 metros.

El 17 de agosto fue inaugurada oficialmente la presa El Zapotillo para abastecer de agua a la zona metropolitana de Guadalajara, y ni una gota para León./ Foto: Agencia Reforma

En 2013 llega al gobierno de Jalisco Aristóteles Sandoval Díaz, del PRI, quien había hecho campaña ofreciendo salvaguardar Temacapulín.

El 27 de octubre de 2014, David Korenfeld, director de la Comisión Nacional del Agua, y Miguel Márquez Márquez, gobernador de Guanajuato, anunciaron el inicio del proyecto hidráulico del Acueducto Zapotillo-Altos de Jalisco-León. Cabe mencionar que la empresa española Abengoa, junto con Abeinsa, habían obtenido en septiembre de 2011 la concesión para la construcción y operación por 25 años del acueducto de El Zapotillo. Problemas financieros de la empresa española y retrasos en la liberación de los derechos de vía para la obra habían impedido su inicio. Ese día se dijo que la empresa sería responsable del proyecto de ingeniería, de la construcción y mantenimiento de la infraestructura del acueducto de 140 km., dos plantas de bombeo, una planta potabilizadora, un tanque regulador, un macro circuito distribuidor de 44 km. y 10 sitios de entrega en la ciudad de León.

Concluyó el sexenio de Peña Nieto entre demandas por el incumplimiento de los contratos de la constructora. En los primeros años del sexenio que está terminando, el gobernador Diego Sinhue logró acuerdos importantes con Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, que zanjaron las dificultades que prevalecían y parecía que el proyecto finalmente se concretaría, hasta que el 14 de agosto de 2021, en una visita a Temacapulín, el presidente López Obrador anunció que no habría agua para León.

Como lo mencioné al inicio, espero que esta breve recapitulación de lo que me tocó conocer de cerca pueda complementar el contexto sobre este tema, que seguirá requiriendo de la participación comprometida y coordinada de los leoneses con nuestras autoridades, en sus tres niveles de gobierno, hasta encontrar una solución integral y de largo plazo al gran problema del agua.

Hugo Villalobos González

  • Primer Presidente del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato.
  • Expresidente Concanaco Servytur.
  • Fue delegado de la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez en Guanajuato.

LALC 

 

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