La reforma judicial presenta aspectos riesgosos, pero hay otros que es necesario implementar para acabar con cotos de poder.
Sin duda alguna, el tema que está captando la atención nacional e internacional es la reforma judicial que avanza en el Congreso de la Unión y todo parece indicar que se va a concretar pronto.
Se está generando debate y también un paro de los integrantes del Poder Judicial Federal; tímidamente en el Poder Judicial de Guanajuato por primera vez los jueces salieron de sus oficinas a manifestarse.
Uno de los puntos que está causando preocupación, es la intención de cambiar el método de designación de nuevos jueces y magistrados, esto implica el despido de quienes han llegado a esos puestos por carrera judicial, a pesar de haber acreditado ser aptos para desempeñar la función de juzgar.
Al interior del gremio de abogados hay división en cuanto a sumarse o no, a los reclamos del Poder Judicial, en la Asociación de Abogados Independientes no pudimos ponernos de acuerdo en emitir una postura institucional y se decidió que cada integrante en lo individual la asumiera; hay cierto consenso: hace falta una reforma judicial, pero no logra convencer el método de elección propuesto.
Al frente de un tribunal es indispensable que se encuentren juristas de probada capacidad, abrir la puerta para que pudieran llegar personas con un perfil más político que técnico, es un riesgo.
A nivel federal, tanto jueces como magistrados llegaron a través de concursos de oposición y ello implica mucha preparación; esta situación no es igual en Guanajuato; un gran porcentaje de magistrados civiles y penales, han llegado ahí por “dedazo” del poder político; salvo excepciones, no tienen experiencia en impartir justicia y su único mérito es tener amistad con el Gobernador o su círculo cercano.
Por esta razón, la posición del Poder Judicial de Guanajuato contra la reforma judicial tiene algunos reclamos justos y los legitimados son quienes cuentan con carrera judicial, pero ¿qué legitimación tienen los magistrados que llegaron por dedazo?.
Es momento de actuar al interior de nuestro estado, urge modificar la legislación para que los puestos de magistrado dejen de ser premios para personajes políticos.
Desgraciadamente la propuesta de reforma no abarca a los tribunales administrativos, en Guanajuato basta revisar los perfiles de quienes son magistrados en el Tribunal de Justicia Administrativa y ahí la situación está peor, todos son designados en forma directa, sin carrera, ahí ni siquiera hay ternas.
Los abogados también advertimos que muchos juzgados están encabezados por jueces interinos, no hay titulares porque no se implementan concursos de oposición en forma constante y esa situación no se ha regularizado en años.
En lo personal, considero que hay que sumarse a defender la permanencia de los juzgadores de carrera judicial, pero también es oportuno señalar que hacen falta cambios sustanciales y el más urgente, es eliminar la designación de políticos en puestos de juzgadores.
Abogado y activista