Vivimos en un país donde las decisiones que definen nuestro futuro se manejan como capítulos de una mala telenovela. El más reciente episodio, la votación sobre la “Reforma al Poder Judicial” en la que se informa se emitirán más boletas que las emitidas para estas últimas elecciones. ¿Resucitarán muertos?
Esta modificación sustancial y grave afectará en la certeza jurídica por la que se ha luchado durante tantos años, sí percibimos que padecemos un sistema judicial viciado, y con esta reforma esperaremos marionetas a criterio del presidente en turno con jueces y leyes a modo. lo que difícilmente aportará mejoría a los ciudadanos de todos los días.
La desinformación en procesos judiciales y los argumentos que han expuesto los “reformistas” son tan absurdas que solo han logrado confundirnos, sin dar a conocer cuál sería el beneficio real, y no lo han hecho pues no los hay y sí son otros intereses los que ocupan la mente presidencial.
Nos enfrentamos a otra jugada para asegurar intereses, prebendas y hambre de poder, no los nuestros, nosotros ante esta reforma no tenemos voz ni voto en tan altas esferas, seguimos siendo víctimas y espectadores de esta dañina lotería. Indignante además que, mientras la confianza en las instituciones se derrumba, quienes deberían liderar el cambio solo piensan en protegerse y cobijar fechorías.
Tomemos, por ejemplo, el descarado contubernio entre los Yunes y el dirigente del PAN, Marko Cortés. Entre risas y acuerdos bajo la mesa, exhiben la desfachatez con la que manejan sus privilegios. Mientras tanto, el senador Barreda se “pierde” en una fiesta durante una votación crucial, como si los problemas del país pudieran esperar a que termine su borrachera. Lo peor es que el escándalo no sorprende, impávido sigue el ambiente nacional, aterrados nos diluimos entre policías sin armas y una guardia pasiva. Marko Cortés, en lugar de ser la voz firme de una bancada honesta, se ha convertido en un personaje más preocupado por sus intereses que por el bienestar de los votantes, además de un tonto: ¿a quién en el pleno del senado se le ocurre ir a dar un discurso narrando pillerías? A ¡Marko! Sugerente que Movimiento Ciudadano guarde silencio ante la ausencia de un senador en una votación de semejante importancia y apareciéndolo con un inverosímil cuento.
Este silencio es la confirmación de una realidad dolorosa: las decisiones que afectan nuestras vidas están en manos de quienes ni siquiera se toman en serio su trabajo. Y aquí estamos nosotros, los ciudadanos, aplaudiendo como focas entrenadas, pagando impuestos religiosamente, asistiendo a marchas y eventos organizados por quienes no tienen el más mínimo respeto por nuestras necesidades. Porque, al final, la vergüenza de unos se convierte en el escudo de otros. Más en medio de este juego perverso, los mexicanos seguimos siendo traicionados por aquellos que prometieron servirnos.
Lo que vivimos no es casualidad, es la consecuencia de un sistema corrupto donde los políticos y los líderes empresariales han decidido jugar con las mismas cartas. El poder y el dinero los han seducido, han olvidado su compromiso con nosotros los gobernados. No importa qué partido representen o cuál es el sector empresarial abanderen, han caído en la tentación, las consecuencias serán pagadas definitivamente por nosotros los de a pie.
La esperanza radica en lo mucho o poco que nos involucremos para detener a estos farsantes o ¿estas son puras mentiras y comemos de ellas? ¿Usted qué opina? ¿Festejamos?