TRAS la primera audiencia del juicio del “Mayo” Zambada en Nueva York, hubo algunos que respiraron tranquilos en México. Y no porque se hayan salvado de ser nombrados, sino porque podrán concluir en paz el sexenio.
LA RAZÓN es porque el capo y sus abogados se negaron a tener un juicio abreviado, con lo que se descarta, por ahora, un acuerdo con la Fiscalía norteamericana. Debido a esto, la siguiente audiencia está programada hasta dentro de mes y medio. Y ya para entonces, finales de octubre, el nuevo gobierno mexicano habrá tomado las riendas.
COMO SEA, quienes tengan cola que les pisen seguramente no estarán tranquilos, pues este mismo año comenzarán a surgir nombres de los contactos y aliados que Zambada y su organización criminal tienen o tenían con autoridades mexicanas.
COSA DE VER que la investigación contra el ex jefe delictivo de Sinaloa se llevó a cabo durante años y en ella no sólo participan agentes de la ley, sino también testigos colaboradores… de esos a los que les encanta andar salpicando a funcionarios.
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NOMÁS NO se entiende cuál es la lógica de cambiar la jugada en el aeropuerto capitalino, precisamente, ¡en pleno puente vacacional!
HABRÁ QUIENES digan que es una situación habitual en otros aeropuertos del mundo que no se permita la entrada de autos “de aplicación”. La realidad, sin embargo, es que en los buenos aeropuertos internacionales lo que se privilegia es la movilidad de los pasajeros, no las prebendas de los sindicatos o concesionarios.
JUSTAMENTE por proteger el monopolio del transporte, la Secretaría de Marina, que tiene a su cargo el manejo del AICM, optó por mandar a los pasajeros a buscar su transporte vía app… a una gran distancia de las terminales. Y todo esto a pesar de que los taxis “oficiales” del aeropuerto son insuficientes para llevarse a los miles y miles de pasajeros que arriban cada día.
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ESTA NOCHE será el último Grito que encabezará Andrés Manuel López Obrador, por lo que seguramente querrá imponerle su sello. Los “vivas” a los héroes patrios estarán presentes, pero también pueden surgir otras arengas que se escuchen desde el balcón de Palacio Nacional:
¡VIVA LA DEMOCRACIA… excepto cuando pierde Morena! ¡Viva la mayoría calificada… haiga sido como haiga sido!
¡VIVA LA soberanía energética… y el litro de gasolina a 28 pesos! ¡Viva Dinamarca, que ya quisiera ser como nosotros!
¡VIVA LA PAZ… no aplica en Sinaloa! ¡Viva México… o, bueno, que sobreviva!