SE ACABÓ. Con el fin de este gobierno es tiempo de pensar en algo especial: ¿qué es la comida mexicana?
SI SE LE PREGUNTA a los regiomontanos, podrán decir que la comida mexicana es una carnita asada, en tanto que para un tapatío será algo bañado en salsa roja, así como un chilango probablemente lo ponga entre dos panes. Y es que el país no cabe en un solo plato.
CONTRARIO a lo que nos dijeron durante los últimos seis años, México no es un país en donde sólo hay de dos sopas… y nunca ha sido así. México es un país plural: los estados de la República no son guindas ni albiazules, tricolores o naranjas. Son lugares donde vive gente de todo tipo de creencias y preferencias, gente que ya había hecho su vida mucho antes de que nos hicieran creer, mañana tras mañana, que había un bando de los buenos y uno de los malos.
TAL VEZ el cambio de gobierno es un buen pretexto para recordar que los mexicanos no somos lo que los políticos nos dicen. Que este País es de colores, no de militancias; que es de sabores, no de amarguras. Que es de todos, no de unos cuantos.
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HASTA ANOCHE en la Cancillería se tronaban los dedos porque no llegara de último momento y por sorpresa Nicolás Maduro. Han invertido bastante tiempo en persuadir a Venezuela de que quien venga a la ceremonia sea la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
PERO aquí saben bien que Maduro no es de palabra y, en una de esas, podría aterrizar en el AIFA. Y les preocupa que eso podría propiciar un nuevo conflicto diplomático con Estados Unidos, que tiene ganas de detenerlo.
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LA PRIMERA reunión de trabajo del gabinete de Claudia Sheinbaum será en Acapulco, este miércoles por la tarde. La Presidenta electa ya tiene enviados en el lugar y pretende dar con su presencia un mensaje claro de que, cuando se ofrezca, no demorará mucho en su respuesta.
AL MENOS la intención es loable. Pero lo importante es ver qué soluciones de fondo se plantean para el puerto. Porque cíclicamente sufre con los desastres naturales, sin que los gobiernos modifiquen estructuralmente su circunstancia.
MÁS QUE reuniones, lo que Acapulco requiere es una transformación con vocación sustentable que beneficie al turismo y a la población.