En Morena hay candidaturas que se consiguen a billetazos. Personajes acaudalados que aparecen como aliados del movimiento, se sabe que “donan” al partido importantes sumas de dinero y que después se vuelven candidatos. Claro, gracias a que ganan las encuestas internas porque reciben el apoyo del mandato del pueblo (porque “el pueblo pone y el pueblo quita”, pero pues si entra dinero al partido, el “pueblo” pone con más ganas).

El problema es que sus imposiciones despiertan irritación dentro del propio partido en el poder y son los morenistas los que exhiben y denuncian las trampas.

Aquí en estas Historias de Reportero desde hace años hemos dado seguimiento a uno de estos casos: los hermanos Tania y Antonio Flores, quienes en Coahuila se han ido abriendo paso en la política con el dinero del carbón… que reciben en multimillonarios contratos de la Comisión Federal de Electricidad. Vea la triangulación: con los contratos de CFE, reciben dinero del gobierno, y ese dinero termina en Morena cuando financian al partido a cambio de candidaturas. Voilà!

En mayo de 2022 publiqué la columna “La Reina del Carbón”, retratando cómo estos hermanos que se dedicaban al negocio de las minas del carbón en Múzquiz, Coahuila, fueron avanzando en la política estatal. Al principio la estrategia fue que “Tony” se quedara a cargo del negocio familiar para desde ahí impulsar (y financiar) a su hermana Tania en la política. Después de dos intentos infructuosos con un partido local y con el PAN, encontraron en Morena el espacio para ir avanzando. En 2020, mientras Tania se volvía diputada plurinominal primero y alcaldesa de Múzquiz después, Tony se agenció contratos para venderle millones en carbón a la CFE.

Pero luego perdieron todo pudor. El año pasado le relaté como el dinero del carbón en Coahuila estuvo muy presente en las campañas morenistas a la gubernatura. No se quedaron con el gobierno estatal porque se dividieron Morena y PT. Ganó la oposición. Pero eso no detuvo el negocio. Al cabo que el negocio es con el gobierno federal: la CFE anunció una mayor inversión en carbón y a Tony Flores le alcanzó para ser diputado plurinominal. Así ambos hermanos Flores tienen ahora sus negocios con el gobierno… y sus cargos en el gobierno. Uno diputado, otra alcaldesa, ambos empresarios contratistas del régimen. Ya sabe, “separando el poder económico del poder político”.

La semana pasada llegó a la mañanera una foto que se hizo viral de Tony Flores conduciendo un Lamborghini por las calles de Múzquiz. A la presidenta Sheinbaum le preguntaron por los lujos del legislador contratista de CFE. La presidenta reprobó el hecho y dijo que un legislador no debe de tener contratos con el gobierno. Fue tajante. Es una buena declaración. Si además se convierte en una regla del nuevo gobierno, aplausos.

Mientras vemos si eso sucede, esa declaración desde lo más alto del poder debe haber puesto nerviosos a varios personajes del obradorato que han hecho dinero y carrera política.

La declaración de la presidenta fue el miércoles pasado. Hasta hoy, los morenistas Flores están como si nada.

SACIAMORBOS

En el negocio de las minas de carbón hay otra familia morenista: los Guadiana. A la muerte de Armando Guadiana, senador y contratista, su hermano se quedó con la empresa y su hija con un escaño en el Senado, donde es… ¡secretaria de la Comisión de Minería!
 

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