Quienes conviven de cerca con él relatan cómo mueve fuertes sumas de dinero en efectivo a diario. Lo mismo paga cuentas estratosféricas en pesos en restaurantes como el San Ángel Inn, uno de sus predilectos, que en euros por España, en su calidad de empresario y aficionado taurino, o entrega bolsas y portafolios con aportaciones, como le dicen ahora.

Quienes conviven de cerca con él relatan el dispositivo de seguridad con el que se placea por la Cámara de Diputados, por el Yankee Stadium, por las plazas de toros del país. No menos de seis acompañantes, como buen líder sindical del siglo pasado. 

Quienes conviven de cerca con él relatan que su amigo Ricardo Monreal lo metió a empujones a la posición que hoy día tiene en la Cámara de Diputados, en agradecimiento al apoyo que le dio a su hija Catalina para que buscara, sin éxito, la llegada a la alcaldía Cuauhtémoc.

Pero más importante: quienes conviven de cerca con él cuentan que ninguno de estos puntos anteriores podría ser tan problemático como las fiestas que organiza en su rancho: el cortijo Santa Martha, ubicado en la zona del Ajusco, en la Ciudad de México.

El personaje en cuestión es Pedro Haces, líder sindical de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, y actual legislador morenista.

En el círculo hay preocupación después de que, desde hace un par de semanas, Haces se puso en el centro de atención nacional al votar sin estar presente en San Lázaro, mientras sus compañeros discutían la ley de supremacía constitucional impulsada por Morena. La alerta no es sobre lo que pueda hacer la inexistente oposición, sino los enemigos internos, que son muchos, más peligrosos y que conocen la debilidad.

Un par de figuras morenistas consultadas para esta columna narran que en el rancho de Pedro Haces hay dos tipos de fiestas: las “sencillas”, en donde lleva a diputados amigos, reparte alcohol de primera calidad y entretiene con cantantes populares de música regional. Pero también están las de “no hay billetes”, en referencia al término taurino utilizado cuando se agotan las entradas para una corrida con figuras en el cartel.

En estas últimas, relatan, los celulares son confiscados. Escenarios sobran en la enorme finca. Puede ser el cortijo, el ruedo, el palenque o la casa. Principalmente hay invitadas, mismas que ya en un par de ocasiones han reclamado el trato recibido por parte del anfitrión y sus amigos entrada la noche. Los escándalos han logrado ser detenidos a su modo, pero ahí está la amenaza y el temor de que el asunto llegue a oídos de la presidenta Claudia Sheinbaum a través de las voces correctas.

El fantasma de Pedro apareció para votar en la Cámara de Diputados. En el oficialismo trataron de minimizar el escándalo con mil piruetas, pero ese no es el que asusta.

 

Stent: 

 

¿Listos? Ahora el protagonista será el hijo de una de las secretarias de Estado más importantes en este país. 

 

claudio8ah@gmail.com

 

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