‘La salud es el cimiento del futuro sostenible’

El panorama de la salud global está en constante evolución y las perspectivas para 2025 nos presentan un escenario complejo lleno de retos y oportunidades. Según el reciente informe “Healthcare outlook 2025” de The Economist Intelligence Unit, el sector salud experimentará un crecimiento significativo, pero también enfrentará obstáculos importantes en su camino hacia la cobertura universal.

En primer lugar, es alentador ver que el gasto mundial en salud crecerá un 6 % en términos de dólares estadounidenses y un 1.9 % en términos reales en 2025, superando la inflación. Este aumento refleja la prioridad que los gobiernos y el sector privado están dando a la salud, especialmente tras la pandemia de COVID-19. Sin embargo, este crecimiento no será suficiente para alcanzar los ambiciosos objetivos de la ONU para la Cobertura Universal de Salud (CUS).

El envejecimiento de la población será uno de los principales impulsores de la demanda de servicios de salud. Para 2025, se estima que aproximadamente el 12 % de la población mundial será mayor de 65 años. Este cambio demográfico ejercerá una presión significativa sobre los sistemas de salud, que deberán adaptarse para atender las necesidades específicas de una población cada vez más longeva.

Un ejemplo, en el informe Panorama de la Salud Europa 2024 recién publicado refiere que dicho continente se enfrenta ya a un profundo cambio demográfico: se prevé que la proporción de personas mayores de 65 años en la UE aumente del 21 % en 2023 al 29 % en 2050. La esperanza de vida a los 65 años supera ahora los 20 años, pero más de la mitad de estos años se ven perjudicados por enfermedades crónicas y discapacidades. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres, que viven varios años más que los hombres (83.3 versus 77.9), pero la mayoría de estos años se viven con problemas de salud, por lo que casi no hay brecha de género en la esperanza de vida saludable

Otro factor crucial que moldeará el panorama de la salud global es el cambio climático. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido su importancia al hacer del cambio climático el foco de su programa general 2025-2029. Los efectos del calentamiento global en la salud humana serán cada vez más evidentes, desde el aumento de enfermedades transmitidas por vectores hasta los impactos en la salud mental debido a desastres naturales más frecuentes.

En el ámbito farmacéutico, se espera un crecimiento del 4.7 % en las ventas para 2025. Este aumento estará impulsado en parte por la demanda de medicamentos contra la obesidad y otras enfermedades crónicas. Sin embargo, el sector se enfrentará a un intenso debate sobre la regulación, especialmente en Estados Unidos y la Unión Europea, donde los esfuerzos por contener precios y mejorar la competencia serán prioritarios.

Un aspecto interesante que destaca el informe es el auge del turismo médico como impulsor de la inversión global en salud. Países como Tailandia, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y México se están posicionando como destinos principales para turistas médicos. Esta tendencia no solo representa una oportunidad económica para estos países, sino que también plantea desafíos en términos de regulación y calidad de la atención.

La escasez de personal sanitario será otro de los grandes retos a enfrentar. La competencia por trabajadores de la salud será feroz debido al envejecimiento de la población y el descontento entre el personal existente. Algunos países podrían enfrentar dificultades para reclutar personal adecuado, especialmente en un contexto de auge de movimientos políticos de extrema derecha que podrían complicar las políticas migratorias.

Es importante señalar que estas proyecciones podrían verse afectadas por eventos geopolíticos significativos. Por ejemplo, la reciente elección del presidente Trump podría tener un impacto considerable en las políticas de salud globales y la designación de Robert F. Kennedy Jr. como secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, podría llevar a intentos de derogar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, crear obstáculos para las negociaciones de precios de medicamentos y cambios en las políticas de vacunación con repercusiones globales.

Ante este panorama, es crucial que los gobiernos, el sector privado y las organizaciones internacionales trabajen de manera coordinada para abordar estos desafíos. Se necesitarán inversiones significativas en infraestructura sanitaria, formación de personal médico y desarrollo de nuevas tecnologías médicas. Además, será fundamental fortalecer los sistemas de salud pública y mejorar la preparación para futuras pandemias.

La innovación jugará un papel clave en el futuro de la salud. Tecnologías como la inteligencia artificial, la telemedicina y la medicina personalizada tienen el potencial de revolucionar la atención médica, haciéndola más accesible y efectiva. Sin embargo, será necesario abordar las preocupaciones éticas y de privacidad que surgen con estas nuevas tecnologías. En eso estamos.

 

RAA

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