‘Soy militante de base’

La expresión que con orgullo se escucha “yo soy un panista de a pie”, hace referencia a miembros o simpatizantes del Partido Acción Nacional (PAN) que no tienen cargos importantes o una posición privilegiada dentro del partido, pero que con su trabajo, suelen tener gran influencia por su ejemplo y labor para lograr el objetivo de formar ciudadanía en la búsqueda del anhelado bien común.

Estimados lectores, en contadas ocasiones elaboro un editorial de una persona en concreto como lo hice recién del Secretario de Salud o hace más de un año del Delegado del IMSS. Hoy lo hago, pues al reflexionar en el proceso de elección de la dirigencia nacional del PAN, en la espera de pasar a las urnas, reflexionábamos de personajes en esta ciudad que han influido en la formación de cuadros del partido y surgió con claridad la historia de Miguel Ángel Vassallo Jiménez.

Vasallo, como se le refiere, es un ejemplo inspirador de cómo los miembros del Partido Acción Nacional (PAN) han mantenido vivos los principios y la doctrina del partido a lo largo de los años. Su trayectoria refleja el compromiso y la dedicación que muchos panistas han demostrado en todo México. 

Miguel Ángel encarna los valores fundamentales del PAN, que se remontan a sus fundadores como Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna. Desde su temprana participación a los 14 años, Vassallo ha sido un fiel representante de la ideología que combina el humanismo católico con ciertos principios liberales, una mezcla característica del PAN desde sus inicios.

Al igual que las secciones femeninas del PAN en sus primeros años, que combinaban la labor asistencial con la actividad política, Vassallo ha demostrado un compromiso inquebrantable con la participación ciudadana. Su trabajo en la capacitación y el reclutamiento de aspirantes, militantes y candidatos refleja la creencia del PAN en la importancia de involucrar a los ciudadanos en el proceso democrático.

La concepción del municipio libre ha sido una parte fundamental de la doctrina del PAN. A través de su trabajo en Guanajuato, Vassallo ha sido un defensor incansable de esta idea, promoviendo la autonomía y el desarrollo local, en línea con los principios originales del partido.

La historia de Vassallo es un reflejo de la resistencia que el PAN ha mostrado históricamente como partido de oposición. Su participación en movimientos de resistencia civil y su lucha contra los fraudes electorales demuestran la persistencia del PAN en la búsqueda de una democracia auténtica, un objetivo que ha sido central para el partido desde su fundación en 1939.

Como capacitador, Vassallo ha jugado un papel crucial en la formación de nuevos cuadros dentro del partido, asegurando que los principios y la doctrina del PAN se transmitan a las nuevas generaciones. Esta labor es fundamental para mantener viva la esencia del partido, tal como lo concibieron sus fundadores.

La trayectoria de Vassallo también ilustra cómo el PAN ha logrado mantener un equilibrio entre la fidelidad a sus principios originales y la adaptación a los cambios sociales y políticos. Su continua participación en proyectos editoriales y de capacitación demuestra el compromiso del partido con la actualización constante sin perder de vista sus raíces.

En un contexto político a menudo marcado por el oportunismo, la historia de Vassallo es un testimonio de integridad y coherencia. Su dedicación de más de cinco décadas al PAN refleja los valores de lealtad y servicio que el partido ha buscado inculcar desde su fundación.

La historia de Miguel Ángel Vassallo Jiménez no es única, sino que representa a muchos otros miembros del PAN que, a lo largo y ancho del país han mantenido vivos los principios y la doctrina del partido. Estos hombres y mujeres, a menudo trabajando lejos de los reflectores, son los verdaderos guardianes de la esencia del PAN.

Su ejemplo nos recuerda que el “regreso a los orígenes” que algunos reclaman no es necesariamente un retorno al pasado, sino una reafirmación de los valores fundamentales que han guiado al partido desde su creación. Es un llamado a reconocer y celebrar a aquellos que, como Vassallo, han dedicado sus vidas a construir un México más democrático y justo, fieles a la visión de los fundadores del PAN.

En tiempos de desafíos políticos y sociales, historias como la de Miguel Ángel Vassallo Jiménez nos inspiran a creer en el poder de la constancia, la integridad y el compromiso con los ideales. Nos recuerdan que el verdadero cambio político no se logra de la noche a la mañana, sino a través del esfuerzo sostenido de ciudadanos comprometidos que, día tras día, trabajan por construir un mejor futuro para todos los mexicanos. Un abrazo desde esta columna, apreciado Miguel Ángel, a seguir en la brega.

 

RAA

 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *