Las explosiones en Acámbaro y Jerécuaro, el desastre natural en Acapulco y la zozobra que provocaron, nos pueden llevar a pensar en prepararnos a los demás para prever eventos de terror o catastróficos. ¿Cuáles son los eventos que se podrían presentar en León? En mi opinión, la sequía (Día Cero) es el evento al que debemos temer, aunque hay otros, como aglomeraciones en eventos masivos (somos una ciudad de eventos), explosiones, trombas, etc. pero la sequía es una catástrofe silenciosa que se nos acerca rápidamente y tendrá consecuencias terribles en el valor inmobiliario de la ciudad y de nuestras casas. 

Si bien existen instituciones como el Cenapred (Centro Nacional de Prevención de Desastres) y a pesar de que no hay recursos federales porque desaparecieron los programas de financiamiento para afrontar estas desgracias, como el Fonden (Fondo para Desastres Naturales), tendríamos que prepararnos hoy en León.

Los conceptos de riesgo y de vulnerabilidad están íntimamente ligados. Nuestra percepción del riesgo está conectada con la forma en la que se define la vulnerabilidad. Nuestra definición de vulnerabilidad en León debería ser la probabilidad de exposición al riesgo de la sequía, a la probabilidad de afectación, y a los mecanismos que tengamos las personas y/o ecosistema expuestos al riesgo. La vulnerabilidad es “la probabilidad de que un organismo o ecosistema se vea expuesto a un riesgo” y la resiliencia es nuestra “capacidad de adaptación de un organismo a choques externos”.

En cuanto a los fenómenos naturales, León no tiene probabilidad de sufrir sismos de magnitud pues no nos encontramos en zona sísmica; tampoco de inundaciones pues el desnivel de la cuenca es alto a pesar de que en el centro de la ciudad tenemos inundaciones, dado que las trombas y tormentas serán más frecuentes por el cambio climático. Tampoco lo son las explosiones por productos químicos pues la industria utiliza cada mes menos y ya se toman medidas de mitigación. Tampoco los hundimientos del suelo a pesar del abatimiento del manto freático. Los accidentes de tráfico, aunque numerosos, no tienen incidencia alta. No son riesgos altos los deslaves de cerros ni las pandemias por densidad poblacional, en nuestro escenario de catástrofes. 

Para León, lo seguiré afirmando, es la sequía nuestro seguro y cercano destino y el efecto de esta sequía será el desabasto alimenticio y el éxodo a otras latitudes. Sin embargo, comienza a tener probabilidad de ocurrencia alguna explosión en algún evento masivo. Sí, es probable. Son actos menores, pero generan altísima confusión, como sucedió en Acámbaro y Jerécuaro.

La probabilidad de que se presente esta sequía, es muy alta. Podría afirmar que es hoy mayor del 60% considerando el crecimiento poblacional, los patrones de lluvia y el abatimiento del nivel freático, y esta probabilidad aumenta cada año. Las discusiones sobre los factores causantes del cambio climático (que si son las emisiones de los automóviles, que si las emisiones de las fábricas, que si deberíamos cambiar de estilo de vida y no utilizar automóvil, etc.) han tenido un efecto muy reducido en la forma en la cual actualmente enfrentamos nuestra vulnerabilidad a los eventos extremos. ¿Explosiones? Son mínimas las probabilidades, pero existen,

Cuando en el CIATEC realizamos “mapas de riesgos” y trabajamos en el análisis de vulnerabilidad ambiental, hicimos proyectos sobre la medición de índices de vulnerabilidad ambiental en León para “modelar” la sustentabilidad de la región. Este modelo nos daba una “idea estática” sobre el estado de nuestro medio ambiente. Después, usando el modelo de presión-estado-respuesta, encontrábamos indicadores sobre las presiones que los leoneses provocamos en nuestro ecosistema, los cambios en el estado del medio ambiente y las respuestas que debemos diseñar para mitigar estas presiones y así, obteníamos los índices de vulnerabilidad ambiental.

Lo que toca ahora es preparar la cultura ciudadana para eventos como explosiones o bombas. Aunque los mecanismos de prevención son pocos, en mi opinión, la clave es la capacidad de tener inteligencia artificial para identificar los factores de agentes externos que pudieran estar interesados en generar confusión y pánico y por tanto, identificar posibles perfiles de delincuencia interesados en provocarla. Tener eventos masivos, como la Feria, requiere una enorme capacidad técnica de las áreas de gobierno para poder mitigar y controlar. Ojalá la autoridad considere estas previsiones por el bien de todos.

 

 

 

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