Por lo que sea, si por señalamientos y amenazas de Trump o por convencimiento propio, pero el Gobierno Federal va con todo en contra de las importaciones ilegales de China y a restringir incluso las relaciones comerciales que están bajo la ley.

Todo es claro, las exportaciones comerciales de México son del orden del 80% hacia Estados Unidos; por lo tanto, nuestra economía depende mucho de esa relación, a la que se agrega la que tenemos con Canadá y que integra esa triple entente que es el T-MEC.

México desplazó a China como principal socio comercial y eso seguramente no tiene contentos a los empresarios y al gobierno chino..

Por su parte, China es el segundo socio comercial de nuestro país, pero la relación es más desequilibrada porque les compramos mucho más de lo que les vendemos.

Recientemente se realizó un decomiso de casi 100 mil productos de origen chino, pero ilegal, en la Ciudad de México y, al igual que los operativos Enjambre en seguridad pública, estos se extenderán en todo el país.

Sin embargo, también se anuncia que las acciones se ampliarán al ámbito de la relación que se tiene con la super nación asiática, pero sobre todo en el aspecto del control aduanal y de la imposición de mayores aranceles.

Ya se dio un golpe de autoridad por parte del Gobierno Federal al asumir el control en las aduanas, que se habían convertido en un nido de corrupción en la que se dejaban pasar productos bajo dádivas a los altos funcionarios, quienes tenían aparte vigilancia de la Secretaría de Marina.

Donald Trump manejó tres grandes temas de campaña y son los que mantiene en su agenda y, no lo dudemos, actuará en consecuencia una vez que tome el mandato en su país, el 20 de enero de 2025 (a los leoneses no se nos puede olvidar esa fecha).

Tales temas son: migración, fentanilo y pegado a esto, la seguridad pública norteamericana y que es su seguridad nacional. Como vecinos, en estos tópicos estamos íntimamente relacionados los mexicanos.

En migración, ya lo indicó la presidenta Claudia Sheinbaum, no se clausura nuestra frontera sur como lo quiere Trump, sino que se verán primero los asuntos sociales y de derechos humanos.

En cuanto al fentanilo ya no tenemos el discurso obradoriano de que aquí en México no se fabrica y que son los chinos los principales culpables de la importación de precursores para su elaboración.

Ya se ha aceptado que hay grandes laboratorios de producción del opioide en nuestro país y se han dado golpes al crimen organizado con la incautación de 20 millones de dosis (con un valor estimado en 400 millones de dólares, es decir 8 mil millones de pesos ) y este es el mayor en toda la historia.

Este golpe dado en Sinaloa se junta con la captura del operador financiero de “Los Chapitos”, el contador Horacio Félix Loaiza, más otras acciones con el Operativo Enjambre, que tiene que ver con la aprehensión de funcionarios públicos delincuentes o ligados con la delincuencia organizada.

Todo esto se conjunta con un mensaje claro para Donald Trump, de que México sí va por acciones concretas y, en un futuro inmediato, coordinadas con nuestros vecinos, pero jamás bajo una subordinación hacia su gobierno.

Claudia Sheinbaum acaba de mandar un mensaje importante a la iniciativa privada a detener las importaciones ilegales de productos chinos y dejar de ser cómplices en la maquila de esos productos, bajo condiciones de subvaluación.

No se le puede pedir todo al gobierno mientras proliferan importadores ilegales que se hacen ricos y enriquecen a los chinos, pero en detrimento y destrucción de la industria mexicana, por ejemplo, la del calzado y la textil guanajuatenses.

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