La sociedad mexicana en su conjunto, que incluye a sus gobiernos, hoy enfrenta un reto descomunal de luchar, pero al mismo tiempo de adelantarse a los acontecimientos, cosa que no es nada fácil por la vorágine de violencia en que estamos envueltos.
No salimos de un hecho de esa naturaleza que impacta a todo México cuando presenciamos otro u otros más.
En Sinaloa, la guerra de los cárteles que no cede, sino que escala a otros niveles; iguales conflictos en otros estados por el dominio de los territorios, más la confrontación con la autoridad que busca imponer el orden.
Guanajuato no cede su lugar como una de las entidades con mayor violencia y la principal con asesinatos de policías tanto estatales como municipales; las agresiones criminales a la sociedad, como el infame asesinato del empresario vitivinicultor Ricardo Vega.
Este último hecho nos dolió sobremanera porque se trata de una persona de bien y cuyos viñedos, Cuna de Tierra, en Dolores Hidalgo, tuve la fortuna de visitar. Descanse en paz y resignación a su familia, pero exigimos que se haga justicia con todo el peso de la ley.
La delincuencia común y la delincuencia organizada son un monstruo de mil cabezas, pero más cabezas tiene la sociedad y con ellas debemos enfrentar el desafío que se tiene enfrente.
El crimen cada vez más sofisticado pero despiadado con el uso de todos los medios ilegales a su alcance como los drones para bombardear, como los carros bomba y ahora con minas explosivas con las que han convertido la sierra michoacana en un espacio de terror.
La delincuencia mandó su mensaje con el ataque al grupo especial de escoltas de Omar García Harfuch, en Sinaloa, donde mató a uno de sus elementos e hirió a otros.
El Estado mexicano no se puede dejar amedrentar por el crimen y la respuesta federal fue de permanecer e incrementar su presencia en esa entidad.
Hoy más que nunca se requiere de acciones coordinadas de todos los órdenes de gobierno y por lo menos estamos presenciando que eso es lo que busca la presidenta Claudia Sheinbaum y, en el caso de Guanajuato, la gobernadora Libia García.
Por una parte, se debe incrementar la capacidad de reacción ante los hechos de violencia e inseguridad que ocurren día con día, pero por otro también trabajar en la prevención del delito en todas sus dimensiones.
Sabemos que la prevención del delito se ha convertido en un área que se está incluyendo en los organigramas de los gobiernos de todos los niveles. Pero tenemos que ir más allá con el uso de la inteligencia humana directa y la inteligencia artificial (IA).
Finalmente, la IA no es otra cosa que el cúmulo de “inteligencias y conocimientos humanos” que, por medio de algoritmos, se reúnen, analizan, se exponen resultados y se proponen soluciones.
No se puede ver el futuro ni conocer la mente de los criminales, pero sí prever las incidencias en los mapas de calor y actuar en consecuencia. Si no puedes cortar las cabezas del monstruo, pues debes cortarle brazos y piernas, pegando al cuerpo también.
En estas fechas próximas a la Navidad hablamos de inseguridad y violencia, pero nuestro otro México, el de las mujeres y hombres de bien, vivimos cada día con la esperanza y con la decisión de luchar por un país mejor.
Por todo lo bueno, lo verdadero y lo bello, que son valores sublimes para la felicidad del ser humano, hacemos votos por recuperar la fraternidad, la paz y la concordia en nuestra sociedad y en el mundo.
A todas y todos les deseo una feliz y maravillosa Navidad.
LALC