Entre 150 y 160 años han transcurrido desde el milagro que dio origen a la lluvia de pétalos en el pueblo mágico Mineral del Chico.
Este domingo, más de una tonelada de rosas caerán al interior de la parroquia de la Purísima Concepción para celebrar la resurrección de Cristo y cumplir la promesa de un padre minero, relata Armando Monzalvo Pérez, en entrevista con AM Hidalgo, concedida en abril de 2019.
“Cuando aquí fue auge minero, a una familia se le enfermó un niño. Ese niño estaba ya agonizando y la esposa fue a verlo a la mina. Le dice: ‘oye, ve a ver al niño porque está a punto de morirse’, entonces este minero, en lugar de irse a su casa, se vino aquí a la iglesia”, relató en aquella entrevista.
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El hombre entró de rodillas y pidió a Dios por la vida de su vástago, narra Monzalvo, originario del pueblo mágico y uno de los que continúan la tradición.
“Le pidió: ‘Señor, en tus manos pongo a mi hijo, si tú me lo salvas, yo te prometo que te inundo tu iglesia cada año de pétalos de rosas’”.
A partir de entonces se realiza la lluvia, que inunda la cornisa, media naranja y la parte inferior de la parroquia.
“La tradición la empezaron mis abuelos, mi papá y yo, que espero seguir”, menciona el entrevistado, quien tiene casi tres décadas aportando las rosas.
