Hay intereses que pretenden alejar a los jóvenes de la religión y eso se refleja en la disminución de la feligresía en las iglesias Católica y Cristiana, afirmó el párroco del templo de San Francisco de Pachuca, Marciano Reyes García.
Propiciar generaciones incrédulas y sin fe es una política que se está produciendo de manera global, con la finalidad de destruir a la familia, opinó el sacerdote.
IDEOLOGÍA DE GÉNERO
Expresó que a la par se promueven otras ideologías como la de diversidad genérica que impulsa las uniones entre personas del mismo sexo, las cuales naturalmente no se reproducen, expresó al hablar de la actual temporada de Cuaresma.
Además, “se relativiza lo sacro para absolutizar lo profano”, exclamó el párroco pachuqueño.
Consideró que en esta época se inculca “la inmediatez de lo placentero, lo redituable y deleitable, dejando en segundo término la espiritualidad”.
LEJOS DE LA RELIGIÓN
En cambio, agregó, se genera la idea de que no es útil ser piadoso, lo que aleja a las nuevas generaciones de la espiritualidad y la religiosidad.
Reconoció que no se trata de un fenómeno generalizado porque la mayoría de los jóvenes siguen acudiendo a las iglesias o son creyentes, opinó.
PADRE Y MADRE
Hay intereses e ideologías que pugnan por desalentar la construcción de nuevas familias constituidas por padre y madre, agregó.
“La familia es la célula de la sociedad y sabemos que cuando hay un cáncer se van muriendo las células”.
NIÑEZ Y SEXUALIDAD
Al promover entre la niñez la diversidad sexual se está matando a la familia, consideró.