La conmemoración cristiana anual de la pasión de Cristo perdió su esencia original y se ha frivolizado, porque ya no son “días de guardar”, sino de viajes, vacaciones y pachanga, comentó el cronista del Centro Histórico de Pachuca, Luis Corrales Vivar.

Recordó que a mediados y finales del siglo anterior se conservaba la tradición religiosa en un importante porcentaje de la población mexicana.

Pero ese periodo de luto ya no es de reflexión al convertirse en sinónimo de viajes, descanso y celebraciones.

SIN MÚSICA

En Pachuca de los años 60 y 70 todavía se conservaba la tradición de meditación respecto a la pasión y muerte de Cristo, ya que incluso en aquella época en los barrios y colonias de la ciudad se dejaba de escuchar música, rememoró el cronista.

Corrales Vivar, quien fue catedrático universitario y que tiene carácter de historiador y urbanista en la capital del estado, dijo que no pretende expresar adjetivos a las nuevas tendencias, porque “los tiempos cambian, simplemente”.

Las vacaciones, las celebraciones y el asueto son signo de los nuevos tiempos en la Semana Mayor.

SIN FORMACIÓN CÍVICA O RELIGIOSA

Corrales Vivar dijo que es creyente y cristiano, por lo que lamentó que en las familias y en las escuelas se abandonó la formación cívica, moral y espiritual, opinó.

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