Entre 105 y 240 pesos oscilan los precios de los principales tipos de pescados y mariscos en establecimientos de Pachuca, cuyos productos más solicitados son camarón, mojarra y filete.
Las pescaderías del mercado Primero de Mayo de la capital hidalguense presentan alta afluencia de clientes que buscan de la mejor atención, calidad y precios.
Es Jueves Santo, donde mujeres, hombres y una que otra familia completa esperan su turno para ser atendidos, algunos lo hacen pacientemente, pero otros se retiran y buscan otro establecimiento.
200 PESOS EL CAMARÓN CRISTAL
La tradicional pescadería Rocamar ubicada en la fachada principal del mercado luce con una fila de clientes que sale hasta la banqueta, misma que vende el camarón cristal a 200 pesos el kilo.
Pero para atraer la vista de las personas, oferta en media cartulina el camarón cristal en 50 pesos con número grande, el cuarto con número pequeño.
El filete de huachinango lo ofrece en 140 pesos el kilo, el filete de cazón en 150 y el filete de mero en 160 pesos, además, el surtido para sopa de mariscos en 140 pesos el kilogramo.
200 PESOS FILETE CAZÓN
A unos pasos de ahí, en otro establecimiento está la pescadería González que presenta menos clientela, pero fluida, algunos sólo preguntan y se van, y otros entran directo a comprar.
“¿En cuánto la mojarra?”, pregunta una clienta, y una de las personas que atiende le responde que en la vitrina están los precios, observados en 105 pesos el kilo.
También destacan el filete de cazón en 200 pesos el kilo, retazo sin espinas en 120 el kilo, el pescado sierra en 120 el kilogramo, el lisa en 70 pesos y bagre en 90, aunque con los números pequeños y los clientes no se alcanza a distinguir si el medio o el kilo.
MOJARRA, PULPO Y SIERRA
Al interior del mercado se encuentran otros locales que igual presentan alta demanda, los cuales ofrecen la mojarra entre 110 y 120 pesos el kilo, el camarón crudo en 230, pulpo 240, el sierra en 140 y surimi en 120 pesos el kilogramo.
Muchos clientes adquieren más de un kilo de sus productos y compran lo de dos días, para prevenirse porque el Viernes Santo no acostumbran a cocinar o muchos establecimientos no abren.