Salamanca, Guanajuato.- Miedo y zozobra es el ambiente general que puede sentirse en la comunidad de Barrón luego de la masacre de este lunes en la que perdieron la vida 5 estudiantes.
Las calles luces prácticamente vacías y las personas apenas se asoman por las ventanas de sus casas, las pocas que se ven en la vía pública poco y nada quieren comentar del multihomicidio.
En el lugar de la masacre, aún quedan varios charcos de sangre, cruces de cal y algunas veladoras que a varias horas de ocurrido el hecho que cimbró a la localidad permanecen encendidas como un faro de luz en memoria de los jóvenes y la adulta mayor que perdieron la vida.
Los muchachos venían bajando del Telebachillerato (que está hasta al fondo de la comunidad sobre la calle principal Benito Juárez), ahí se juntaron en la esquina cuando de pronto se oyeron los balazos”, comentó la dependiente de una tienda cercana a la escena.
Una joven, quien se dijo amiga de una de las estudiantes fallecidas, criticó que “ahora sí” había presencia policiaca desde tempranas horas. “Pues ¿ya para qué? (llegan patrullas) si ya ahorita ya no hay nada qué hacer”.
Por otro lado, Dolores, madre de la joven Estefanía de 17 años, una de las víctimas, refirió que ella y su hija salían a trabajar al campo para sostener a su familia pues desde hace un tiempo su esposo está discapacitado.
Prácticamente a espaldas de la escuela Sor Juana Inés de la Cruz, ubicado a unos cien metros del cruce de las calles Benito Juárez y Miguel Hidalgo donde ocurrió el multihomicidio, se encuentra el templo del Señor Santiago, donde algunas de las vecinas abogan por que se lleve a cabo el funeral de los muchachos y Juana.
“No sabemos si los van a velar acá o si la misa va a ser aquí, ojalá que sí para que el rancho pueda ir a acompañarlos y apoyar a las familias en lo que salen al campo santo”, comentaron algunas de las vecinas que se dieron cita a tempranas horas a elevar una plegaria por las víctimas.
Por otro lado, sobre la calle Miguel Hidalgo, y en la esquina donde se junta esta calle con la Benito Juárez, aún quedan las cruces, manchas de sangre y algunos orificios de bala. Las personas que pasan por el lugar prefieren no mirar, se voltean y se persignan en memoria de los fallecidos.
El Secretario Particular del Alcalde, César Prieto, Aarón Gasca, se presentó a la comunidad para tratar de platicar con algunos de los deudos así como con el representante de una funeraria para que se apoyara en todo lo posible con el traslado de los cuerpos, sin embargo; no quiso dar entrevistas a los medios de comunicación.
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AM