Salamanca, Guanajuato.- “LAS DOCE Y SERENO”… Desde los “Topillis”, los “Alguaciles”, los “Guarda Faroles”, los “Serenos”, los “Celadores”, hasta los Policías Municipales, un oficio vigía de todas las épocas, pero que en los tiempos actuales se encuentra en crisis por los constantes ataques armados en contra de las fuerzas de seguridad. Tan solo en junio 12 policías fueron asesinados en el estado de Guanajuato.
De acuerdo con la organización Causa en Común, conformada por investigadores, asociaciones civiles y ciudadanos, del 1 de enero al 31 de diciembre del 2022, en México se documentaron 403 policías asesinados. Los estados con más casos son: Zacatecas (60), Guanajuato (50), Michoacán (24), Guerrero (24), y Veracruz (24).
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Las estadísticas revelan que en los últimos años (del 1 de diciembre de 2018 al 15 de diciembre de 2022) al menos fueron asesinados 1,818 policías en México.
En México, ser Policía se convirtió en un oficio de alto riesgo y con salarios que difieren de acuerdo a cada entidad federativa, las remuneraciones económicas pueden ir de los 8 mil 651 pesos, hasta los 18 mil 24 pesos.
La gente siempre habla mal del policía, pero es como todo, hay buenos y malos elementos, pero si tú haces bien tu trabajo te vas a sentir satisfecho (…) Sí se siente miedo, toda la gente lo sentimos y ahorita las cosas están difíciles con la delincuencia, sales de tu casa y no sabes si vas a regresar, pero hay que ganarse la vida”, dijo un policía municipal de Salamanca.
Personajes semejantes, diferentes épocas, misma misión
En la época prehispánica los encargados de vigilar los barrios eran conocidos como Topillis, cuidaban el aseo, el orden y detenían delincuentes. Posteriormente, en tiempo de la Colonia, los Españoles abolieron las costumbres de las culturas prehispánicas y por medio de los Gobernadores depositaron las funciones de la policía en los Alguaciles.
Más tarde apareció la figura de los Guarda Faroles, que se convirtieron en Agentes de Policía, con el tiempo se les llamó Serenos y eran los encargados de patrullar la ciudad.
Los anales de la historia marcan que en 1826 se creó un cuerpo de Policía Municipal denominado Celadores Públicos, integrado por hombres a pie y a caballo. Posteriormente se formaron los primeros Batallones de Policía, que se encargaron de resguardar la seguridad pública.
En el Porfiriato se creó la “Policía Rural” para vigilar caminos y apoyar a la “Policía Urbana”, en este periodo se culminó el primer edificio destinado a la policía.
Llegan las mujeres policías
Fue en 1923 cuando se integraron a este oficio las primeras mujeres policías que fueron asignadas a la vigilancia en parques y jardines, más tarde se les encomendó la seguridad en oficinas y laboratorios.
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