Salamanca, Guanajuato.- El 2023 que está por finalizar deja un balance negativo para los propietarios de bares y cantinas en Salamanca. En diciembre las ventas apenas han alcanzado un 45 % y las mermas económicas han originado que en el presente año, dos establecimientos dedicados a la venta de alcohol cerraran sus puertas y otros hayan cambiado de giro.
“Estamos preocupados porque los ingresos ya no son los mismos de años anteriores, las ventas bajaron por diversas situaciones que se presentan, esperamos que las cosas cambien porque estamos en una incertidumbre sobre lo que vamos hacer, los bares están solos, las cantinas están solas”.
Así lo señaló José Jorge Jiménez Gómez, presidente de la Unión de Comerciantes de Vinos y Licores de Salamanca.
En este año, los agremiados a este sector tuvieron que pagar al Servicio de Atención Tributaria del Estado de Guanajuato (SATEG) el refrendo de la licencia, cuya tarifa normal fue de 6,161 pesos y con alguna modalidad como la ampliación de horario, el monto aumentó a 12 mil pesos.
El representante del sector explicó que, a partir de la pandemia cambió la cultura del bebedor y los adultos mayores que eran los clientes que más acudían a los bares y cantinas, dejaron de visitar estos establecimientos y optaron por la convivencia en casa o en reuniones particulares.
La escasez de clientela ha motivado que después de la pandemia hayan desaparecido entre 10 y 12 bares.
“Realmente aquellos tiempos de buenas ventas en diciembre ya se acabaron, la situación es muy triste, ahorita andamos como en 45 % en las ventas, no alcanzamos ni siquiera el 50 %, sí estamos muy preocupados”, enfatizó Jiménez Gómez.
Para el 2024 el panorama es desolador para los propietarios de bares y cantinas, porque además de soportar las bajas ventas, también tendrán que hacer frente al incremento en el pago de impuestos, agua, energía eléctrica y al encarecimiento de productos como el vino y la cerveza.
CA