Salamanca, Guanajuato.- El panorama es gris y complicado para los empresarios del Servicio de Transporte Urbano y Suburbano de Salamanca. El sector todavía no ha logrado recuperarse de las afectaciones que originó la pandemia del COVID-19, así lo señaló Roberto Calvillo Ramiro, representante de la cooperativa Transportes Villa de Barahona.
El líder transportista expuso que la falta de movilidad y la obligación de otorgar el servicio de manera sistemática y programada ocasionó que las unidades de transporte tuvieran desgaste y no hubiera fondos económicos para darles mantenimiento, y en los últimos 3 años las finanzas no han alcanzado para la renovación del parque vehicular.
“El transporte urbano y suburbano realmente sufrió una caída muy grande, de la cual todavía no nos recuperamos, estamos haciendo el esfuerzo por la ciudadanía y también por nosotros mismos, tenemos un interés en seguir recuperando el transporte y también tenemos un interés en seguir prestando el servicio”, refirió el representante de Transportes Villa de Barahona.
Roberto Calvillo comentó que los transportistas han tenido que recurrir a solicitar créditos en cajas de ahorro para poder comprar vehículos seminuevos o de medio uso.
“El número de vehículos en las rutas se fue casi a cero, entonces ahorita tenemos apenas 50 % de los vehículos que teníamos hace 4 años, entonces apenas se está recuperando, pero llegó el momento que teníamos el 30 %”, subrayó.
Transportes Villa de Barahona cuenta con un parque vehicular conformado por 180 unidades y en un momento estuvo operado con únicamente 40 microbuses. Calvillo Ramiro reconoció que actualmente se percibe una recuperación, aunque no es la deseada.
CA