Salamanca, Guanajuato.- Las comunidades de Salamanca están que arden, la ola de calor asfixia a los habitantes de la comunidad de Mari Gómez.

Las familias cubren los techos de las viviendas con cal para tratar de refrescar el interior de los hogares. 

Ya tiene algunos meses que el calor se empezó a sentir fuerte, pero no hay más que aguantarnos, aquí no tenemos dinero para comprar esos ventiladores o aparatos que hacen que en las casas no haga tanto calor, aquí lo que hacemos es echarle cal arriba del colado, en el techo, para que refresque un poco”, comentó Aquilina Hernández Zárate, habitante de Mari Gómez.

Ubicada al norte de la cabecera municipal, en zona cerril, la comunidad de Mari Gómez alberga a familias que viven de trabajar en las parcelas, la ventaja que hay en este sector del medio rural es que no hay escasez de agua y las familias cuentan con el vital líquido para realizar sus actividades diarias y sortear las inclemencias del calor.

Aquilina Hernández Zárate, habitante de Mari Gómez. Foto: Alejandro García

En Mari Gómez la gente no sabe cuánto ha subido el termómetro, pero nunca antes habían padecido una ola de calor tan intensa.

Como ahora, nunca se había sentido tanto calor, acá para los que estamos arriba del cerro pega muy fuerte el sol y siempre es caliente el clima, pero no lo habíamos sentido como ahorita, está que no se aguanta el calor”, refirió Aquilina Hernández.

Ayer al mediodía, Mario Núñez, habitante de Mari Gómez, caminaba bajo los intensos rayos del sol, su rostro reflejaba el agobio por el calor, hizo una pausa en sus labores y se dirigió a una tienda para buscar líquido y refrescarse.

Mario Núñez, habitante de Mari Gómez. Foto: Alejandro García

“Aquí y en todas las rancherías está fuerte el calor” señaló.

Con el calor extremo, los grupos más vulnerables son los adultos mayores y los menores de edad, pero las personas que realizan actividades al aire libre como los campesinos están expuestos a sufrir insolación y calambres, así como problemas respiratorios que pueden ocasionar la muerte.

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