Salamanca, Guanajuato.- El municipio se asfixia ante la apatía de los tres niveles de gobierno. Desde hace cinco años, el proyecto para ampliar y optimizar la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire permanece estancado.

Este proyecto busca habilitar al menos dos estaciones adicionales de monitoreo ambiental, para aumentar la cobertura de las tres estaciones actuales en Salamanca (Nativitas, DIF y Cruz Roja). 

Sin embargo, no se ha podido determinar el presupuesto necesario, ya que no se ha autorizado una reingeniería que defina el equipamiento, la cantidad y configuración de los dispositivos, así como la ubicación de las nuevas casetas de monitoreo.

Red de monitoreo ineficiente

La operatividad de la red de monitoreo ha sido deficiente. Aunque se tienen los datos y las lecturas, no se realizan los análisis necesarios para identificar las partículas contaminantes presentes en el aire de Salamanca. Con el equipo actual, solo se han detectado dióxido de azufre (SO2) y partículas menores a 10 micras (PM10).

Joel Berlín Izaguirre, presidente del Patronato para la Calidad del Aire en Salamanca. Foto: Alejandro García Vizcaíno.

No podemos avanzar porque no han decidido cómo sería la reingeniería, porque de nada sirve estar midiendo partículas si no sé qué son. Se necesita saber qué son para atacarlas, saber si vienen de los automóviles o si son de la industria, para determinar qué se debe hacer, porque el particulado genera problemas de distinta naturaleza”, explicó Joel Berlín Izaguirre, presidente del Patronato para el Monitoreo de la Calidad del Aire en Salamanca.

Desde su punto de vista, el primer paso es recopilar información de todas las estaciones de monitoreo para conocer la cantidad de contaminantes y las áreas de dispersión. 

Para sustentar este trabajo y determinar cuáles son los contaminantes que afectan al medio ambiente, se requiere la colaboración de centros universitarios y de investigación.

No obstante, el Patronato se enfrenta a obstáculos como la apatía de las autoridades gubernamentales, la falta de interés de los investigadores y la indiferencia de la ciudadanía.

Aunque existen quejas, no hay una voluntad colectiva ni propuestas concretas para abordar un problema medioambiental que ha afectado a Salamanca durante más de cinco décadas, donde operan una refinería, una central termoeléctrica y diversas industrias.

Falta de acciones concretas

La contaminación atmosférica en Salamanca sigue sin ser atendida adecuadamente porque la dirección de Medio Ambiente Municipal carece de facultades para intervenir o informar a la población. Además, no existe consenso para tomar decisiones que permitan hacer una exigencia real al Estado y a la Federación.

Ya no se debe permitir el mismo argumento de siempre, de echarle la bolita a la Federación. Ya no, vamos a exigir que vengan, a exigir que hagan, a exigir que inviertan”, insistió Berlín Izaguirre.

Para enfrentar este problema, que atenta contra la salud pública de los habitantes de Salamanca, el presidente del Patronato destacó la necesidad de conseguir fondos provenientes de la iniciativa privada, fundaciones y centros de investigación internacionales.

Finalmente, Berlín Izaguirre subrayó que para entender la verdadera magnitud del problema, es prioritario que la Secretaría de Salud informe sobre cuántos casos están relacionados con la contaminación ambiental. 

Los metales, cuando son PM2.5, generan problemas de salud porque se quedan en el organismo”, concluyó.

Se ha priorizado el crecimiento económico

La expansión industrial en Salamanca y municipios cercanos ha sido una prioridad para los gobiernos, sin considerar que esto ha cobrado un alto costo en la salud de la población. Ejemplos de ello son Valle de Santiago y Romita, que, aunque no tenían una vocación industrial, ahora albergan parques industriales, lo que aumenta las emisiones contaminantes hacia otras regiones.

El desarrollo industrial, que trae consigo crecimiento económico, también demanda una medición adecuada de los contaminantes, ajustada a la actividad industrial de cada ciudad. El impacto ambiental que se genera en León, Celaya, Irapuato y Salamanca es diferente, lo que exige monitoreos específicos para cada localidad.

En Salamanca y otros municipios del estado de Guanajuato, la contaminación ambiental y el riesgo a la salud pública han crecido debido a la falta de un censo real que mida el impacto de las nuevas empresas instaladas en la región.

Los salmantinos se han vuelto inmunes

Los salmantinos, acostumbrados a la exposición prolongada a contaminantes como PM10 y SO2, han desarrollado cierta tolerancia a los síntomas, pero el daño a la salud sigue presente. Foto: Alejandro García Vizcaíno.

Ardor en los ojos, dolor de garganta y piel reseca son algunos de los síntomas causados por la exposición a la contaminación. Sin embargo, los habitantes de Salamanca han dejado de percibirlos debido a su prolongada exposición a las partículas PM10 y el dióxido de azufre (SO2).

Juan Jesús Martínez García, jefe de la Jurisdicción Sanitaria V, explicó que esta aparente adaptación del cuerpo no implica necesariamente la ausencia de daño a la salud. “Es una adaptación similar a la que experimentan personas que viven en lugares como el Distrito Federal”, comentó.

La Secretaría de Salud de Guanajuato (SSG) colabora con la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial (Smaot) y la Universidad de Guanajuato para analizar el impacto del SO2 y las PM10 en la salud pública. No obstante, aún no se cuenta con suficiente evidencia para determinar con precisión en cuánto tiempo se manifiestan las complicaciones derivadas de esta exposición.

En los últimos tres años, el sector salud ha trabajado para relacionar el estado inmunológico de los pacientes, su edad, enfermedades preexistentes y los tratamientos que reciben, con el fin de medir el riesgo y entender los factores que predisponen a desarrollar enfermedades a largo plazo.

Este análisis incluye a pacientes con distintos niveles de exposición a las áreas industriales de Salamanca. Está claro que la contaminación provoca afecciones bronquiales y pulmonares, siendo las más comunes la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, en sus tres clasificaciones: enfermedad de la vía aérea pequeña, bronquiolitis obliterante y enfisema pulmonar.

Aunque no se ha comprobado científicamente, es muy probable que la exposición prolongada a PM10 y SO2 predisponga a los pacientes al cáncer de las vías respiratorias.

“Afortunadamente o desafortunadamente, los salmantinos ya estamos acostumbrados y tenemos adaptado nuestro organismo al exceso de partículas PM10 y dióxido de azufre”, concluyó Martínez García.

Precontingencias en 2024

En 2024, las estaciones de monitoreo han registrado altas concentraciones de partículas contaminantes en la atmósfera, lo que ha llevado a decretar 5 precontingencias ambientales:

  • Martes 2 de enero: Mala calidad del aire por PM10 en la Estación de Monitoreo Nativitas.
  • Martes 16 de enero: Mala calidad del aire por PM10 en la Estación de Monitoreo Nativitas.
  • Jueves 22 de febrero: Mala calidad del aire por PM10 en la Estación de Monitoreo Nativitas.
  • Viernes 12 de abril: Mala calidad del aire por SO2 en la Estación de Monitoreo Cruz Roja.
  • Miércoles 31 de julio: Mala calidad del aire por SO2 en la Estación de Monitoreo Cruz Roja.

AAK 

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