Salamanca, Guanajuato.- El crecimiento desordenado de la mancha urbana está afectando las áreas agrícolas, revela un diagnóstico del Plan Municipal de Desarrollo para el 2050.
El director del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), Adrián Peña Miranda, alertó que este crecimiento está acabando con el agua.
“Ha crecido de manera desordenada la mancha urbana, eso nos ha traído mermas de las áreas agrícolas. Se está vinculando mucho el ordenamiento territorial con el ordenamiento ecológico y ambiental. Queremos mucho desarrollo económico, pero nos estamos acabando el agua, nos estamos acabando las cosas agrícolas”, refirió el director del IMPLAN.

Fotos: Alejandro García Vizcaíno
Cambian tierras por fraccionamientos
Peña Miranda mencionó que la gente del campo se está convirtiendo en los principales promotores de desarrollos habitacionales porque ya se fastidiaron de sembrar y las tierras de cultivo se convierten en fraccionamientos.
Otra afectación que deriva de un crecimiento urbano que no ha sido ordenado, pausado y regulado, es la marginación que se refleja principalmente en la zona sur del municipio.
Respecto a la densidad de población, comentó que se ha mantenido estable debido a que hay mucha migración de personas hacia otros estados del país y también para Estados Unidos.

Niega confederación afectaciones
Héctor Ortega Razo, presidente en Salamanca de la Confederación Nacional Campesina (CNC), desestimó que el crecimiento urbano en zonas agrícolas ocasione falta de agua.
“El crecimiento de una ciudad es inevitable y las tierras de cultivo que están alrededor de la mancha urbana tienen que acceder cuando las personas que se dedican a fraccionar le ofrecen al campesino una cantidad considerable, ven como mejor opción vender que estar sembrando para estar perdiendo”, señaló el líder de la CNC.

Ortega Razo descartó que el desarrollo económico sea un factor que ocasione falta de agua para los cultivos, ya que los agricultores tienen el agua concesionada y cada año se asigna determinado volumen conforme a un plan de riego.
De tal forma que, si una parcela deja de sembrarse por el crecimiento y urbanización del municipio, pierde su derecho al agua, porque la tenía concesionada para uso agrícola y no para uso habitacional.
HLL