La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó la adicción a los videojuegos como un trastorno mental al incluirla en la revisión número 11 de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE) en el apartado de “Trastornos por conductas adictivas”.

 

Desde el 2017 se rumoraba que la OMS valoraba incluir la adicción a los videojuegos como un trastorno mental, ante lo cual las críticas no se hicieron esperar. No obstante, en la nueva revisión de la CIE-11 que entró en vigor este 2022, se incluyó el “gaming disorder” (trastorno del juego) en la clasificación “trastornos por conductas adictivas”.

 

¿Qué es y cómo identificar la adicción a los videojuegos?

Adicción a los videojuegos
Los videojuegos no causan adicción por sí mismos | Imagen: iStock

Según la CIE- 11, el trastorno del juego se subclasifica en dos: Trastorno del juego predominantemente en línea y Trastorno del juego predominantemente fuera de línea. Para ambos casos la lectura es la misma con la única variante de “online” u “offline” según sea el caso.

Este trastorno del juego, “se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente“, señala el documento.

Se considera adicción a los llamados “juegos digitales” o “videojuegos”,  cuando la persona manifiesta las siguientes características:

  • Control deteriorado sobre el juego; es decir, que la persona no puede mantener el control sobre cuánto tiempo juega, con qué frecuencia lo hace, dónde juega y cuándo parar de jugar
  • Aumentar la prioridad otorgada al juego. Este punto se refiere a cuando el individuo le da prioridad a los videojuegos sobre otros aspectos de su vida, sobre otros intereses y sobre sus actividades diarias
  • Continuación o aumento del juego a pesar de las consecuencias negativas. Se habla de un trastorno cuando debido al juego, “existe un deterioro significativo en el funcionamiento personal, familiar, social, educativo, ocupacional u otras áreas importantes” en la vida del jugador.

De acuerdo con la OMS, este patrón de comportamiento de juego “puede ser continuo o episódico y recurrente”, por lo que señala que deben de presentarse estas características durante un período de al menos 12 meses para que sea diagnosticado como tal.

Asimismo, apunta que si se cumplen todos los requisitos de diagnóstico antes descritos y si los síntomas son graves, este período puede ser menor.

Es importante mencionar que en sí mismos, los videojuegos no son adictivos, sino que se habla de una adicción o trastorno conductual cuando el jugador pierde el control sobre estos en su vida; esta adicción deberá ser diagnosticada y tratada por un especialista.

Adicción a los videojuegos
Este trastorno deberá ser diagnosticado y tratado por un especialista | Foto: iStock

 

Así lo señala la clasificación en la que fue incluida, “Trastornos mentales, conductuales o del neurodesarrollo”: “(Estos trastornos) se caracterizan por la repetida incapacidad para resistir un impulso o urgencia de realizar un acto que sea gratificante para la persona”.

 

¿Qué implica esta decisión de la OMS?

Tal como sucede con las demás enfermedades incluidas en la CIE, la OMS deberá tomar acciones conjuntas con todas las naciones para la investigación, prevención y tratamiento de la adicción a los videojuegos.

Posiblemente se designe un día para la lucha contra este trastorno y para concientizar a la sociedad sobre el mismo, así como lo hay para la depresión y para otras enfermedades físicas y mentales.

Algunos países ya han tomado medidas al respecto, tal es el caso de China que en 2019 dio la instrucción de que los menores de edad podrán jugar en línea solamente una hora y media al día entre las 8:00 de la mañana y las 10:00 de la noche.

A excepción de los períodos vacacionales y los fines de semana en los que los adolescentes tienen permitido jugar hasta tres horas diarias.

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