León, Guanajuato. Características físicas de algunas enfermedades o padecimiento como la hipoacusia, también conocida como pérdida auditiva, pasan desapercibidas en los primeros meses y años de vida de los bebés.
El oído es una herramienta esencial para el desarrollo de los más pequeños, pues gracias a esto, los bebés son capaces de captar los sonidos de su entorno e ir adquiriendo el lenguaje que les permitirá hablar y comunicarse.
Especialistas revelan que un 80% de las sorderas en los niños y niñas llegan con su nacimiento y que en 90% los bebés sordos nacen en familias que tenían enfermedades como factor genético.
Es importante que los padres detecten cualquier tipo de problema auditivo desde que el niño es un bebé porque en este período tiene lugar su desarrollo. De hecho, su cerebro se desarrolla a medida que él crece y, a pesar de que la pérdida auditiva se produce en el oído, su verdadero efecto se nota en el cerebro, afectando su aprendizaje y comunicación”, comentó el doctor Fernando Díaz Rojas, director comercial de MED-EL México.
Frente a un diagnóstico de sordera, muchas familias dejan de estimular a los menores, y por el contrario los médicos recomiendan que le canten, que le hablen, ya que ésta es una respuesta afectiva hacia ellos donde se ven involucrados, además del sonido, los gestos y las sonrisas.
Se estima que aproximadamente en México tres de cada mil recién nacidos presentará discapacidad por hipoacusia, así que la detección precoz es fundamental” agregó el médico.
Actualmente, el tamizaje auditivo se realiza al nacer o máximo hasta los tres meses; en los sistemas de salud de México es de manera obligatoria y gratuita y éste detecta el tipo de sordera que puede tener la niña o niño. El diagnóstico suele ser impactante para muchos padres ya que temen que su hijo no tenga las mismas oportunidades.
Para tratar este padecimiento existen soluciones auditivas, implantables o no, indicadas según el tipo y grado de pérdida auditiva. Esto permitirá que el niño perciba los sonidos a su alrededor y así poder familiarizarse con ellos”, finalizó el especialista.
La detección temprana de la hipoacusia es una oportunidad de brindar calidad de vida desde la infancia, por lo que MED-EL, exhorta a la comunidad médica y a los futuros padres a realizar pruebas para atender el problema a tiempo.
Actualmente, gracias a los avances médicos, los menores con disminución auditiva facilitarán su desarrollo del lenguaje, emocional e intelectual”, finalizó el especialista.
Atención durante los primeros cinco años
- 8 a 12 meses: el bebé debería ser capaz de voltear la cabeza cuando le hacen sonidos o le hablan. Ausencia de balbuceo.
- 2 años: el niño es incapaz de seguir órdenes muy sencillas, ya que no entiende lo que le dicen y no hace contacto visual.
- 3 años: no hay repetición de frases y tampoco localiza las fuentes de los sonidos.
- 4 años: incapacidad de estructurar un relato .
- 5 años: no establece conversación, aunque ésta sea muy sencilla.