En este tercer año de la pandemia por Covid-19 aún quedan muchos enigmas que no han sido del todo resueltos pese a los esfuerzos de los investigadores de todo el mundo. Uno de ellos son las secuelas que este virus, en constante mutación, deja en el cuerpo de quienes lo contraen. En ese sentido, Sergio Alberto Mendoza Álvarez, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha logrado identificar algunas secuelas que ha calificado como “inquietantes”.
El SARS-CoV-2 es un coronavirus que afecta estratégicamente distintos órganos del cuerpo y, según señala el académico, “causa un caos y un desorden” en el cuerpo, pues utilizan al propio sistema inmunológico para atacar al organismo.
Ningún otro virus conocido hasta ahora había ocasionado que la coagulación derivara en microtrombosis, lo que trae consigo una inflamación severa en los órganos como riñones, pulmones, páncreas e hígado. Por ello, dependiendo del órgano afectado y del cuerpo de cada paciente, serán las secuelas que se presenten.
“Las secuelas de COVID-19, dependerán de la edad del paciente, enfermedades concomitantes y de la intensidad del daño del virus a distintos órganos”, ahondó el investigador.
Mendoza Álvarez especificó para Ciencia UNAM, que en el Covid- 19, una secuela es “una consecuencia derivada de una infección producida por una inflamación” y se puede dar también de forma generalizada en el cuerpo.
Secuelas según la parte afectada
Secuelas musculares
Una de las secuelas de Covid-19 más comunes es el cansancio, la debilidad y la dificultad para moverse. Incluso la sensación de falta de aire ante esfuerzos mínimos puede ser ocasionada por la falta de fuerza muscular.
Secuelas pulmonares
“Se puede llegar a sentir una sensación de ahogo y opresión toráxica. Todo ello está relacionado con el grado de afectación que tuvo el paciente en los pulmones mientras atravesaba por la enfermedad”, advirtió el académico.
En ese sentido, señaló que otra de las principales afectaciones post Covid es la fibrosis pulmonar. La gravedad de esta secuela dependerá del daño que haya causado el virus en los pulmones y de si el paciente recibe o no rehabilitación pulmonar.
La disnea (falta de aire) persistente es un síntoma de que este virus ha causado afectaciones pulmonares severos en el paciente.
Secuelas neurológicas
La anosmia se presenta porque una parte del sistema nervioso central se inflama y ocasiona una pérdida o disminución del olfato. Según el especialista, esta secuela puede durar de dos a cuatro semanas; incluso, en algunos casos, se puede prolongar hasta por varios meses.
Entre 40 y 60 por ciento de los pacientes de Covid-19 presentan dolor de cabeza durante la fase crítica de la enfermedad; en tanto, del 2 al 5 por ciento, padecen cefalea crónica después de superado el contagio y en ocasiones llega a ser de intensidad incapacitante.
Esta secuela se debe, principalmente, a la liberación de proteínas denominadas citocinas, a causa de la inflamación posterior a la infección.
El Síndrome de Guillain-Barré es una de las afecciones menos comunes pero más severas que puede dejar el Covid-19. En esta enfermedad el sistema inmune daña las neuronas del paciente causando debilidad muscular y hasta parálisis.
Con la detección temprana y una rehabilitación adecuada, las personas que presenten este síndrome tardarán algunos meses, o años, en recuperarse; no obstante, también existe el riesgo de infarto cerebral que dejaría secuelas permanentes o un desenlace fatal.
“Hemos observado en algunos pacientes que la inflamación a nivel de los vasos sanguíneos del sistema nervioso ha sido tanta, que llegan a obstruir las arterias del cerebro ocasionando un infarto o en algunos casos, derrame cerebral. Estas, son las secuelas de tipo neurológico” informó el médico.
Secuelas cardiológicas
El Covid-19 también puede afectar al corazón y lo hace latir más lento a razón de 30 o 40 latidos por minuto, cuando en un adulto regular este rango va de 60 a 100 latidos por minuto.
La disfunción del nodo sinusal se manifiesta con mareos, desmayos y en los casos más graves el paciente llega a requerir marcapasos.
La inflamación propia del Covid-19 puede llegar también al corazón y ocasionar una miocarditis. En el peor de los casos desencadenaría un infarto o una insuficiencia cardiaca.
Secuelas cutáneas
La piel, como un órgano más, también suele resultar afectada por la infección de Covid-19. Las secuelas cutáneas pueden ir desde urticaria hasta necrosis (muerte de una parte del tejido corporal) por la obstrucción de los vasos sanguíneos inflamados.
Una afectación de este tipo es conocida como efluvio telógeno y se refiere a la pérdida de cabello o alopecia. Las mujeres son las que más comúnmente se ven perjudicadas por esta secuela luego de un cuadro severo de Covid-19.
Secuelas psicológicas y psicosomáticas
Estrés postraumático es la secuela más común luego de superar el Covid-19, sobre todo si el paciente estuvo hospitalizado o perdió a seres queridos a causa de esta enfermedad.
“Cuando han pasado eventos agudos del padecimiento, se presenta ansiedad o depresión por el impacto psicológico de haber estado aislado y hospitalizado por un tiempo prolongado”, señala el académico.
Asimismo, agregó que los factores psicológicos juegan un papel determinante en la infección incluso desde el principio:
“(Una persona) de sólo saber que se ha contagiado, comienza a tener reacciones psicosomáticas aun cuando no tienen manifestaciones evidentes objetivas; presentan cefalea, dolores musculares y hasta diarrea. Todo ello por la sugestión que les causa el haber dado positivo a la prueba del coronavirus”, comentó.
Para finalizar, Sergio Alberto Mendoza Álvarez destacó que la mayoría de estas secuelas serán pasajeras con el seguimiento y tratamiento adecuado. Señaló que es importante que esto quede claro para que las personas no desarrollen ansiedad por esta causa.
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