Alemania.- Estudios realizados por investigadores de la Universidad de Bochum en el estado de Renania del Norte-Westfalia, Alemania, han desarrollado un sensor inmuno-infrarrojo que tiene la capacidad de identificar los signos del Alzheimer en la sangre hasta 17 años antes de que aparezcan los primero síntomas clínicos.
Los autores explicaron que este sensor detecta el mal plegamiento del biomarcador proteico beta-amiloide, a medida que el Alzheimer avanza, el mal plegamiento causa depósitos característicos en el cerebro llamadas placas.
Así lo dieron a conocer los investigadores en un artículo publicado en la revista científica “Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association”.
“Nuestro objetivo es determinar el riesgo de desarrollar demencia de Alzheimer en una fase posterior con un simple análisis de sangre, incluso antes de que se formen las placas tóxicas en el cerebro, para garantizar que se pueda iniciar una terapia a tiempo”, explicó el profesor Klaus Gerwert, líder de la investigación.
El Alzheimer tiene una evolución sin síntomas de 15 a 20 años antes de la aparición de los primeros síntomas clínicos. El plasma sanguíneo de los participantes de un estudio que está en busca de probables biomarcadores de la enfermedad, fue analizado por investigadores.
Entre los años 2000 y 2002 se tomaron muestras de sangre de personas que tenían entre 50 y 75 años y todavía no se les había diagnosticado el Alzheimer, estas muestras se congelaron.
En el reciente estudio, fueron seleccionados 68 participantes a quienes se les diagnosticó la enfermedad de Alzheimer en los 17 años de seguimiento y se hizo una comparación con 240 sujetos de control que no presentaron ese diagnóstico.
El equipo de investigadores, se propuso dar respuesta a la interrogante de si en las muestras de sangre ya se podían ver signos del Alzheimer al inicio del estudio.
El sensor inmuno-infrarrojo pudo localizar a los 68 sujetos de prueba que después desarrollaron la enfermedad de Alzheimer con gran precisión en la prueba.
Para comparar, los investigadores examinaron distintos biomarcadores con la tecnología complementaria y altamente sensible de SIMOA, específicamente el biomarcador P-tau181, que actualmente es candidato para ser un prometedor biomarcador en diferentes estudios.
“Sin embargo, a diferencia de la fase clínica, este marcador no es adecuado para la fase temprana sin síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Sorprendentemente, descubrimos que la concentración de la proteína de la fibra glial (GFAP) puede indicar la enfermedad hasta 17 años antes de la fase clínica, aunque lo hace con mucha menos precisión que el sensor inmuno-infrarrojo”, dijo Klaus Gerwert.
Sin embargo, al combinar el mal plegamiento de beta amiloide y la concentración de GFAP, los expertos pudieron hacer más precisa la prueba en la fase sin síntomas.