Si al verte en el espejo tienes el rostro, la nariz y los pómulos rojos y con granitos, y además te arde, podrías tener rosácea. Aquí te explicamos qué es y cómo podrías solucionarlo.
La rosácea es un trastorno inflamatorio facial que provoca erupción cutánea, sensación de quemazón, hinchazón, irritación en ojos, pústulas y granitos de la piel de los pómulos, nariz, mentón y frente, que suele manifestarse en personas de mediana edad.
Sin embargo, también puede aparecer en jóvenes y tanto en hombres como en mujeres, aunque se desconoce qué lo provoca, existen factores que propician su desarrollo o lo empeoran, como: el tipo de piel, la herencia genética, cambios hormonales, la dieta, cambios repentinos de temperatura, la exposición solar, la menopausia, el consumo excesivo de alcohol, comer alimentos y bebidas calientes o picantes, el estrés y algunos medicamentos.
Aunque la rosácea no se puede prevenir, si se pueden aliviar alguno de sus síntomas y reducir visiblemente el enrojecimiento, para lograrlo debes mantener una buena hidratación cutánea, evitar productos que irriten la piel, usar bloqueador y maquillaje adecuado para tu tipo de piel.
También se pueden optar tratamientos dermatológicos como antibióticos, terapias con láser o con luz intensa pulsada. En casos graves, la técnica láser puede ayudar a reducir el enrojecimiento o en el caso de tener la nariz hinchada, la cirugía puede contribuir a una mejora al remover el tejido afectado.