Las quejas y denuncias por violencia obstétrica se pueden presentar en la Contraloría interna de cada dependencia de Salud, en las comisiones de derechos humanos y ante las Fiscalías estatales y la FGR

Ciudad de México.- La violencia obstétrica, aquella que ejerce personal médico del sector público y privado a nivel físico, emocional e institucional durante el embarazo, el parto y el posparto, no es identificada y casi no es denunciada por las propias mujeres que la padecen.

Es un término que pocas veces podemos identificar, es una violencia que pocas veces estamos en condiciones de saber que estamos siendo violentadas, destaca Nadia Choreño Rodríguez, coautora del libro Violencia Obstétrica, en entrevista.

Choreño, madre, feminista y abogada, junto con un grupo de asesoras de maternidad, psicólogas e investigadoras, documenta en el libro cómo se insulta, maltrata, engaña, infantiliza, mutila y hiere a las mujeres embarazadas.

“Es muy común que cuando entras al hospital a tener a tu bebé, experimentas un sinfín de prácticas, como el tacto de muchas personas diferentes hasta casos más extremos, como el doctor que se salió a media cirugía del quirófano”, explica, otra de las coautoras, Berenice Reyes Beltrán, mamá de cuatro, educadora perinatal y doula.

Las quejas y denuncias por violencia obstétrica se pueden presentar en la Contraloría interna de cada dependencia de Salud, en las comisiones de derechos humanos y ante las Fiscalías estatales y la FGR.

Gsz

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