Con la intención de que los pequeños de “Comunidades Infantiles RHUAA” tengan un mejor futuro, miembros del Club Rotario Bajío donaron un centro de cómputo a la casa hogar.
Son casi dos años que los rotarios tienen trabajando con la asociación y a medida que los han ido conociendo, reconocieron la necesidad que existía de un salón de cómputo, pues los niños solían ver tele, estudiar y dormir en un mismo espacio.
Gracias al patrocinio del Hotel Hotsson, Sofía Elán, Todo Medik, Constructora Midwest, Reyma, Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable, FM Commerce, Calzado Stars of the World, impakta exhibición, Una Bay y Flecha Amarilla, los miembros del club organizaron dos eventos con los que recaudaron los fondos para construir el salón: un torneo de golf y el evento Arroz, azafrán y vino.
Además de la construcción del salón, los benefactores donaron una laptop y una impresora y en esta ocasión llegaron también con una despensa que incluye arroz, azúcar, lenteja, frijol, aceite, pasta y jabones de tocador. Para su sana diversión también les regalaron un brincolín, una red y un balón de volley ball.
Rafael Zavala, presidente del Club Rotario Bajío, aseguró que seguirán trabajando en conjunto con la comunidad infantil y que el siguiente proyecto será ayudarlos con algunos problemas de humedad que tienen en sus instalaciones.
Los niños se mostraron felices y agradecidos con este apadrinamiento y no dejaban de repartir abrazos y sonrisas a los rotarianos, quienes llevaron pastel y refrescos para celebrar con los pequeños la inauguración de su nuevo salón.
Una gran familia
Adrián Romero, director de “Comunidades Infantiles RHUAA”, platicó que la rutina que se lleva a cabo en el centro es como la de una gran familia, pues en un día normal los 39 niños que viven ahí se levantan temprano, asean su casa, hacen actividad física, desayunan, asisten a sus diferentes escuelas, regresan a comer, jugar, hacer tarea y ver televisión.
Actualmente, son siete las personas que colaboran en esta comunidad entre formadores, maestros de oficio y la trabajadora social.
Para sostenerse, la comunidad recibe apoyo de otras asociaciones como el DIF y Cadena de Sonrisas, pero también con un bazar autogestivo, una purificadora de agua y una panadería que pertenecen a la institución.
“El apoyo que hoy recibimos significa que los niños van a tener la posibilidad de salir adelante; todo lo que sea formación, diversión y alimentación para nuestros niños es una gran bendición”, comentó Adrián Romero.
Además mencionó que toda persona que quiera visitar a los niños o hacer algún donativo, tiene las puertas abiertas en sus instalaciones ubicadas en Balcones de la mariposa #109 A, colonia Balcones de la Joya.