Con tan sólo 17 años de edad, Mauricio Amir González Halabe tiene muy clara su vocación en la vida: cantar.
Aunque desde niño le gustaba el canto, por mucho tiempo se consideró únicamente un “cantante de ducha” y se vislumbraba en el futuro estudiando alguna ingeniería. Eso cambió hace tres años, cuando comenzó a tomar clases de canto con el maestro César de León en el Instituto Musical Ponce.
Influenciado por la música pop, pero también por los boleros que conoció gracias a su mamá, el estudiante de preparatoria del Instituto Lux sueña ahora con ser un cantante internacional y está comenzando con paso firme su preparación, pues fue aceptado para estudiar el próximo verano en el prestigioso Berklee College of Music en Boston.
¿Cómo decides dedicarte al canto?
No tenía pensado dedicarme al 100% a la música, en realidad lo inicié como un hobby, pero descubrí que no sólo es cantar o nacer con el talento, sino que es un mundo más abierto, más padre y decidí que la música es lo mío.
¿Cómo es que alguien tan joven decide cantar bolero?
Llegué a los boleros por mi mamá, mi profesor César de León y mi academia. Ellos me arroparon muy bien, llegué queriendo cantar otras cosas, pues tenía antes un proyecto de una banda y me dijeron “te vemos un potencial diferente, en otro tipo de canciones. Intenta con los boleros, con esto, etc.”. Fui descubriendo también ese gusto por parte de mi mamá que me enseñaba a Luis Miguel, a tríos como Los Panchos.
¿Tocas algún instrumento?
Toco la guitarra y quiero aprender a tocar el piano. También estudié chelo durante 6 o 7 años.
¿Y qué tanto has incursionado en la composición?
Estoy todavía preparándome, no me considero un compositor, pero se puede decir que estoy en eso.
Escribí una parte de la letra de una canción que se llama “Qué poco dura lo bello”. Esa composición es principalmente una escritura de mi abuela, ella escribe poemas y le dije “abuelita, ¿no quieres escribir conmigo?”.
Empezó a escribir y al momento que ya tiene la canción me dice “esta canción la escribí pensando en tu abuelo” y se me hizo muy lindo. Los arreglos musicales los mandé a hacer con una compositora muy buena que se llama Hanny Corey de CDMX.
¿Cuál es el proceso para coordinar el canto y tocar un instrumento al mismo tiempo?
Lo que a mí me gusta hacer para tener las dos cosas bien hechas es primero perfeccionar una y luego la otra, y al momento de juntarlas seguir practicando y practicando.
¿Cuál es tu aspiración como artista?
Quiero llegar a ser un artista a nivel internacional, me encantaría serlo y voy a luchar por ello. Quiero alcanzar los niveles que tienen José José, Luis Miguel, el Mariachi Vargas.
Encaminado a ello, sabemos que te otorgaron una beca en el Berklee College of Music, cuéntanos cómo fue el proceso…
Es una historia muy curiosa. Antes de la primera convocatoria, que es en marzo y es donde ofertan las becas del 100%, tenía rinitis alérgica y no alcancé a aplicar. En abril lo intenté, aunque esa convocatoria era para una beca más chica y dirigida a rock, jazz y mujeres instrumentistas.
Grabé dos canciones “All of me”, de John Legend y “Sabes una cosa“, de Luis Miguel. No dejaba de pensar “ojalá sí” porque no estaba al 100, ya que acababa de salir de la enfermedad. Cuando al fin llega la noticia, ¡resulta que me becaron al 100%, es una beca única!
¿Sabes qué materias vas a llevar o quiénes serán tus maestros?
Apenas me están introduciendo, me pidieron que descargara una app para conocer mis horarios, pero a lo que sé, las materias van sobre el negocio de la música, audiciones, canto, solfeo, armonía…
¿Cuánto tiempo vas a estar allá?
El curso dura 5 semanas, pero lo que significa esta beca es que me quieren ver, que esperan mucho de mí. Tengo la posibilidad de que si les gusta mi trabajo me ofrezcan otra beca y pueda estudiar ahí.
¿Cómo te estás preparando para irte?
Tuve mi primera presentación oficial en el Café la Orquídea para irme con más ganas. Regresando quiero hacer más presentaciones, ya que antes sólo había cantado en reuniones y fiestas.
De manera más personal…
¿Qué sientes cuando cantas?
Es una cantidad de emociones impresionantes. Desde los nervios por fijarte en la técnica, en las notas, en la afinación, en todo ese rollo y, por una parte, más sentimental es sentir la canción, adentrarse en ello.
Lo primero es leer la canción como un poema, luego aprenderla y entender de lo que habla.
El sentido es darle la interpretación que tú buscas, es lo que te hace un artista único, un cantante diferente, sea una canción de quien sea, es hacerla algo tuyo.
¿Qué te inspira para componer?
Me sirve mucho, es muy dramático, pero me sirven las noches, 12, 1 de la mañana cuando llueve.
Me gusta en las mañanas salir a caminar un poco y escuchar los pájaros y empiezo a pensar que al árbol le puedes llamar diferente, al pasto llamarle diferente, entonces voy buscando la manera de conectar las cosas que me gustan, que veo y siento.
¿Tienes algún ritual antes de cantar?
Más bien es una preparación. Rezo, me encomiendo a Dios, agradezco por lo que voy a hacer y de antemano me digo “me agradezco porque me fue bien”. Es como un autosabotaje bueno.
¿Qué música escuchas?
Me van a decir “señora”, pero lo que más escucho recientemente es a Cristian Castro, Luis Miguel, José José, Alejandro y Vicente Fernández.
¿Con quién sueñas hacer un dueto?
Actualmente con Luis Miguel.