Que ningún paciente muera por falta de medicamento, es el objetivo que mueve a la Asociación de Damas Voluntarias del Hospital Civil Regional de Celaya, A.C.
El voluntariado se conforma por 25 integrantes y cuenta con una Clínica de Hemodiálisis que actualmente atiende a 35 pacientes de Celaya y los alrededores, como Dolores Hidalgo, Acámbaro, Apaseo el Grande y Apaseo el Alto, entre otros.
Además durante la temporada decembrina también brinda atención a pacientes que radican en Estados Unidos y vienen a visitar a su familia y pasar aquí las fiestas navideñas.
La asociación que dirige desde hace cinco años Martha Gómez Cruces concluye el 2023 con mucho agradecimiento por la ayuda recibida durante este año y con planes para nuevos proyectos.
Los objetivos a cumplir cada día son más, apoyar en los casos de insuficiencia renal, que cada año incrementan, tenemos niños que atender y es muy triste ver a los pequeñines pegados a una máquina, pero tratamos de darles lo mejor para que se puedan trasplantar pronto”, señala la presidenta de las Damas Voluntarias.
A las voluntarias les ha tocado despedir a niños que no logran superar el padecimiento, así como personas que sufren mucha escasez y que sin apoyo no podrían sobrellevar esta enfermedad.
Actualmente atienden a una niña de 10 años, Esmeralda, quien está por iniciar su protocolo de trasplante, y en espera de que haya un donador para ella.
Por lo que su labor nunca cesa, pues siempre están en busca de sumar otro caso de éxito entre los pacientes a los que apoyan, como lo fue el del joven Jesús, de 16 años; Chuchito, como lo nombran con cariño, quien fue trasplantado hace cuatro años, y frecuentemente acude a la clínica pero ahora a visitar a las voluntarias de quienes recibió atención, apoyo, acompañamiento y esperanza para llevar su proceso.
Esas son las satisfacciones que te quedan, y dices que valió la pena el esfuerzo para que ellos salgan adelante”, comparte Martha.
Y, a los enfermos que se encuentran en etapa terminal, debido a sus circunstancias de edad, condición física, por diabetes, etcétera, las voluntarias les procuran una atención especial que sume a una buena calidad de vida.
De igual forma apoyan a pacientes que requieren hemodiálisis hasta tres veces por semana y que no son candidatos a trasplante, como el caso de Carmelita, quien lleva 12 años realizando su hemodiálisis en la clínica del voluntariado.
Cabe señalar que el voluntariado se sostiene gracias a la suma de buenas voluntades, a través de donativos por parte de empresas y particulares, así como el trabajo de las voluntarias y la gestión que realizan para adquirir medicina, suministros, mobiliario, equipo médico y más, para cubrir las necesidades de los pacientes.
Hago la invitación para que sigan apoyando al voluntariado, para que podamos dar más apoyos, la insuficiencia renal es una enfermedad que no cubre la Secretaría de Salud y cada día va en aumento por diversas causas, y el tratamiento es costoso”, señaló.
No obstante que el voluntariado apoya en diversas necesidades a los pacientes del Hospital Civil Regional de Celaya, y que con la Clínica de Hemodiálisis se brinda atención a los enfermos renales, la vocación de servicio y espíritu de ayuda de las voluntarias no para.
Una de las preocupaciones de Martha Gómez Cruces es que algunos de los pacientes, por su insuficiencia renal, no pueden trabajar y son el sostén de su familia, además de que dependen de alguien más que esté a su cuidado, lo que representa que tampoco la otra persona pueda trabajar y aportar para el gasto familiar.
Por ello, señala, le gustaría que el voluntariado elaborara un proyecto productivo donde estos pacientes aprendieran a hacer algo que pudieran vender para tener un ingreso.
“Lo primero es que ellos se sintieran útiles, porque se deprimen al sentir la impotencia de no poder hacer las cosas como antes, y estando en casa sí podrían hacer otro tipo de trabajo que les de algún ingreso”, afirmó.
Es por eso que también hace la invitación a quien pueda sumarse a un proyecto de este tipo para que aporte con capacitación o los medios para que se lleve a cabo en favor de los pacientes con insuficiencia renal más necesitados.
Quiero invitar a la gente joven que se pueda integrar a hacer un servicio social para llevar a cabo este proyecto, sé que es un sueño, pero creo que se puede lograr”, compartió, a la vez que agradeció a todas las personas que las apoyan y las motivan a salir adelante.
Muy en especial a las voluntarias, a quienes les dice: “Los tiempos son difíciles pero todo esto que vivimos debe motivarnos a salir adelante, a dar más de nosotras mismas, a no tirar la toalla; hay días difíciles, desde que amanece hasta que anochece, pero Dios nos da la fuerza para seguir”.
Yo sé que allá arriba todo se nos toma en cuenta y nos llevamos la satisfacción de ver que los pacientes salieron adelante, y eso te llena el corazón. Al final del día es lo que nos llevamos y lo que nos hace sentir algo en el corazón que no tengo palabras para explicarlo pero que se siente muy bonito”, concluyó.
MGL
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